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¿Cómo tus probabilidades del 5% suben al 50% y en menos de unos segundos bajan a 0%? No creía lo que veía, y sentía como sus ojos se aguaban ante esa imagen, no podía creer que después de todo ese tiempo Barry no quisiera seguir adelante.

-No sucederá-murmuró suave y quitándole el cuchillo de las manos.

-¡Déjame!-gritó furioso e intentando tomar nuevamente el arma.

-No-dijo fuerte y lanzando el cuchillo fuera de su alcance, para luego sujetar al velocista por un brazo y lanzarlo al piso, en medio de los sillones de la sala, se subió encima, aprisionando sus piernas y brazos-ahora me dirás qué pasó para que estés así luego de seis meses.

-¡Mia Smoak!-le gritó furioso-no hay un futuro donde tenga una hija o nosotros...-su voz se apagó-olvídalo, simplemente déjame volver con mi equipo, prometo que olvidaré estos meses contigo para que puedas... solo déjame ir-dijo mirando a un costado.

-¿Quién es Mia Smoak?-dijo extrañado-Barry, si no me explicas es difícil que entienda, recuerda que mi mundo se compone de asesinos y seres que todo lo convierten en un potente veneno. La mayoría de las cosas que ocurren en Central no las comprendo. Ayúdame con esto-dijo suave y apartándose de encima de él.

-Bien-dijo suave y sentándose en el suelo, apoyándose en uno de los sillones, mientras Oliver se sentaba en uno contrario y lo miraba expectante.

-Hace unas horas vino una chica rubia, parecida a ti y Felicity, me dijo que era su hija del futuro. Utiliza un arco y flecha para combatir el crimen. En el futuro son una familia feliz, sin embargo, un día desapareciste y ella te busca en el pasado para saber a dónde decidiste ir. Por qué las dejaste solas, coincide con la desaparición de Flash, el héroe que jamás regresó con su familia. Me confrontó y me dijo que seguramente yo sabía algo de ti.

-¿Qué le dijiste?

-Que estaba en el tiempo equivocado, que debería buscar un poco más en el futuro, no ahora. Porque ella no ha nacido y nosotros no tenemos una pareja estable-susurró bajando la mirada.

-¿Y por eso ibas a acabar con tu vida?

-¡Decidí no tener a Nora! Pensé tontamente que podría estar contigo-dijo de una vez y las lágrimas cayeron nuevamente por su rostro.

-¿Algo más que deba saber?-dijo con una mueca y sintiendo el cansancio por todo lo ocurrido en esos dos días.

-Sí, que...¿Oliver?-susurró viendo como se desmayaba-¡Oliver!-gritó preocupado y tomando su pulso-tengo que llevarte a Laboratorios STAR.

Lo siguiente que hizo fue tomar al rubio y correr con él hasta ciudad Central, donde ingresó al córtex con el arquero en sus brazos, portaba ropa que era del millonario, por lo que se veía algo extraño.

-¿Barry?-dijo Cisco tan sorprendido como el resto de los que se encontraban allí.

-¡Ayúdenme! Se desmayó cuando conversamos... -en ese momento Iris le disparó con un arma tranquilizante.

-Buen plan, Felicity-dijo la morena mirando a la rubia.

-¿Qué pasó?-dijo Cisco mirándolas a ambas.

-Debilitamos un poco el sistema de Oliver, lo suficiente para que pudiera llegar a casa, pero no tanto para mantenerse despierto. Si nuestras sospechas eran correctas, él y Barry estaban juntos en el loft, por eso en cuanto se desmayara lo traería de vuelta.

-Arriesgado, pero inteligente-convino Joe ayudando a trasladar a Barry y Oliver a unas camillas- ¿estarán bien?

-Oliver sí, no conozco la condición de Barry, pero si aún tiene su velocidad, mal no está-dijo Caitlin comenzando a evaluar la condición de ambos héroes.

-Era necesario hacerlo, necesito hablar con Barry-susurró Iris preocupada.

-Y yo con Oliver, no entiendo por qué nos esconde la ubicación de Barry-dijo Felicity sospechando algo que nadie parecía querer decir.

-Quizás como colegas de lucha...-intentó Cisco, pero tras la mirada de Caitlin entendió que se perdía de algo.

-Tranquilo, me pasa cuando ustedes explican algo científico-dijo Joe poniendo una mano sobre el hombro del latino.

-Ya entiendo como se siente.

-Sí, pero esto, lo vimos venir y ninguno quiso tomar atención.

-No, ninguno.

Sin quererlo Oliver había incrementado sus posibilidades al 60% con el velocista, quien se mantenía quieto escuchando cada palabra. Se sentía tranquilo de saber que el arquero no lo había traicionado y era su equipo quien fue más rápido e inteligente que ellos. Con ese pensamiento se dejó guiar por el tranquilizante y se permitió un tiempo en paz.

ProbabilidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora