CAPÍTULO VII - Enfrentar(nos)

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BPOV:

Estando parada frente a ellos dos, lo único que quiero es correr a los brazos de Armando, quiero convencerlo de que es mi hogar, quiero llorar y pedirle perdón por lastimarlo, quiero amarlo por siempre sin temor alguno, quiero no tener miedo a huir, quiero ser libre estando atada a él.

Pero no hago nada, sólo me mantengo de pie intentando no caerme, tratando no quedar de tapete para ellos nuevamente.
Quien quiera decir que yo soy una mujer débil, los retaría a que ellos tuvieran la fortaleza para estar aquí, justo en mi lugar teniendo que enfrentar dos personas que no han hecho sino hacerme daño.

Inhalo todo el aire que puedo aunque tenga que robarselo de la boca a las demás personas presentes, me dirijo a ellos a paso firme sin miedo a tropezarme y con la convicción de salir ilesa de esta batalla.

- Buenas noches - A pesar de que mi voz salió temblorosa, los sorprendió.

- Buenas noches doctora, qué atractiva se ve hoy - Daniel dijo haciendo un ademán a la silla que estaba junto a él, pero decidí sentarme junto a doña Marcela.

- Gracias por venir, Beatriz.- La voz de doña Marcela sonaba muy tranquila, no como me imaginaba que es la de una mujer recién destrozada y separada del amor de su vida.- Sé que le sorprenderá la presencia de Daniel pero uno de los temas que tenemos que tratar usted y yo es el futuro de mis acciones en Ecomoda.

- No se preocupe, doña Marcela yo entiendo que usted me citara aquí para ver el futuro del patrimonio de sus padres. - Mi voz comenzó a sonar más tranquila y me comencé a sentir también yo más relajada, porque el tema era la empresa, no Armando.

- Así es, doctora, me complace estar aquí, mirandola - su voz era la de un hombre que quiere quedar bien -aunque sé que para usted no es un placer verme.

-Mire, Beatriz, Daniel de ahora en adelante va a ser el albacea de mis acciones, a él le rendirán cuentas y por eso vamos ahora a firmar un poder en el que usted se hace enterada de este movimiento para poder al fin deslindarme de este infierno- dijo muy rápido, probablemente había estado conteniendo el aire.

- Beatriz, por favor no ponga cara de tragedia esto es muy fácil y así nos deslindaremos de este martirio, que al parecer a usted se le hizo más ameno quedándose con Armandito, ¿verdad?- Dijo Daniel mientras te tocaba los labios intentando provocarme.

- Me gustaría que esto sólo quedara en el ámbito profesional, mi vida personal no creo que sea tema para tocar en esta mesa. - Dije muy segura, mientras ponía las manos sobre la mesa y tomaba una postura más recta.

-Daniel, por favor, te pedí que no mencionaras ese tema.- dijo Doña Marcela entre dientes.

¿Que no lo mencionara?, ¿Qué tanto sabe Daniel Valencia de lo que pasó entre nosotros tres?

-En este documento se cede el control de las acciones de mi hermana, desde las inversiones y futuras ventas. Aquí se estipula que yo tendré voz y voto en decisiones que ella tenga que hacer, así como otras burocracias no muy importantes- Dijo Daniel Valencia extendiendo unos documentos muy bien preparados y ya firmados por ellos dos y Santamaría, su abogado

Tomé mi tiempo, mi detenimiento de asegurarme de leer cada palabra, de no dejar al aire ninguna cuestión y no dejarme cegar por las dudas de nuestra situación. Habiendo analizado todo, me dispuse a firmar, para cerrar este calvario y librarnos a las dos de seguirnos lastimando.

-Muy bien, Doctora Pinzon. Muchas gracias por su tiempo, es todo lo que yo vine a hacer. Me retiro- recogió su maletín para meter los papeles y extenderme su mano para despedirse.

Locura Mía (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora