CAPÍTULO XII - Recordar(nos)

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Recordarnos

BPOV:

Estos días he tenido constantemente en la cabeza el encontronazo que tuvimos con las modelitos en el club. Me preocupa más por mí que por ellas, porque actúe de manera que me desconozco.
Por la forma en que nos conocimos Armando y yo, me acostumbre a no tener sentido de pertenencia sobre él...

Pero la incertidumbre de desconocerlo con otras mujeres que no fueran Marcela, me tragiversan mis principios y mi seguridad como... como su pareja.

Cuando estoy celosa, sufro mucho, sufro por los celos mismos, por el reproche que me hago al estar celosa y porque no quiero herir a Armando con este sentimiento y sufro por una sensación de ser excluida.

Quiero llenarlo como él lo hace conmigo... sentimentalmente, quiero decir.

Quiero que no se sienta insatisfecho, que todo lo que desee yo sé lo pueda dar y cómo no, si yo también lo deseo.

Así como se me han repetido los pensamientos del altercado en el club, se me repiten una y otra vez los de mi cumpleaños.

Por dios, si tengo que prepararme para la junta directiva la próxima semana y yo pensando en bobadas.

Como todos los días desde la oficializacion de nuestra relación, Armando pasó a desayunar y llevarme a la empresa. Poco a poco mi padre se ha ido habituando a vernos tomados de la mano o muy cerca uno del otro. No puedo negar que me apena muchísimo estar charlando con mi familia y que él pasee su mano suave por mi muslo, como si quisiera aplacar mis nervios, lo que no sabe es que me enciende otras emociones y lo peor es tener la mirada de mis papás sobre esa misma mano. Me siento como una niña, y no quiero que él se canse, se aburra por ser un hombre tan sexual y activo.

Armando no sólo es gran conocedor de la arquitectura femenina, sino que también sabe incitar el deseo sin el mínimo esfuerzo.

¿Me hace desearlo tanto por ser tan experimentado y conocedor... o es que yo soy muy débil ante sus manos?

[...]

Ambos nos volvimos la imagen y representación de Ecomoda. Cualquier negociación, contrato o reunión, ambos asistimos, no por necesidad, uno u otro puede hacer el trabajo solo y a la perfección, pero juntos somos buen equipo y nos gusta.

Desde la ausencia de Marcela en la empresa, él se ha encargado de dejarle a todo el mundo en claro que somos pareja, marcando su territorio frente a cualquier persona. Siempre muy firme ante otros hombres, presenta mi nombre, mi puesto en la empresa, hace un derroche innecesario de cualidades mías y finalmente remata con un "mi novia", un beso y acercándome de la cintura a él.

No es que yo tenga deseos de estar con otro hombre, pero si así fuera, él ya se encargó de hacerle saber a todo mundo en Colombia que tengo novio, que es Armando Mendoza y que es sumamente celoso.

Ay mi cabezoncito, tan divino y celoso.

Al principio, quise poner el grito en el cielo por decir abiertamente que éramos pareja, pero después de lo del club, no pude decir nada. Sentía una pequeña victoria al ser presentada como su novia. Obviamente empezaron especulaciones de haber sido yo quien ocasionó la cancelación de la boda, no sé cómo, pero rápidamente él se encargó de callarlos y hacernos respetar. Ahhh... tan divino.

Locura Mía (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora