Capítulo 2 Las ideas locas de Luna

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N/A  Este capítulo es un poquito más corto que el anterior, pero es esencial para la trama, espero les guste!!

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-Quiero contratar tus servicios-. Me dijo colocando la bolsita de galeones sobre la mesa y empujándola hacia mí.

¿Qué, qué? Parpadee, una vez, dos veces y creo que no fue suficiente, demonios y me decían la bruja más inteligente de mi generación, pero es que de verdad que no lo comprendía.

Te estoy dando trabajo, necesito que seduzcas a Rolf, o intenta hacerlo, si él te hace caso o se deja seducir tú me lo vas a decir y así sabré si me es infiel y... y lo corto-. Dijo luna de manera triste agachando su cabeza y mirando hacia el piso.

De nuevo parpadee; Luna se veía tan frágil, -A ver Luna, de dónde sacas, que yo puedo hacer algo así; yo no soy actriz, trabajo en leyes, departamento de criaturas mágicas si recuerdas eso verdad.

-E interpretaste a Bellatrix Lestrage, en Gringotts, ¿recuerdas eso?- me respondió Luna mirándome esperanzada.

-Si y Harry tuvo que utilizar un imperius- agregó Ron mientras se comía mi tarro de nieve apuntándome con la cuchara.

<<Maldito Ron>>, casi lo asesino con la mirada. -Vez Luna no puedo- agregué.

-De verdad creen que un hombre, aunque no sea cabrón, va a decirle que no a... a eso-. Dijo Ron dirigiéndose a mí. -Ve y ofréceselas al pobre de Rolf, anda.

Tuve que intervenir de nuevo -Luna, Rolf te quiere enserio, y si tu empiezas a hacer estas estupideces, esta relación tan bonita que tienen se va a arruinar.

-Hermi, porfa, ayúdame-, me suplicaba, tomando mi mano entre sus dos manitas tan blancas como la porcelana.

-No Luna- le respondí, quitando mis manos en desacuerdo con ella.

-A ver yo le entro, les juro que, si este wey cae, no vuelvo a usar su baño de por vida.

Creo que eso fue lo que más me convenció que la bolsa de galeones de Luna.

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Y ahí estaba yo en la cafetería "Le monik", ni siquiera tomo café soy más de té, en fin. Estaba esperando a que llegará Rolf por su café matutino como me indicó Luna. Cuando lo divisé cerca, comencé a caminar de espaldas y ups, choqué "accidentalmente" con él, técnica que he visto en las películas románticas y que al parecer es muy efectiva.

-Hay, perdón- me dijo Rolf con asombro al verme, sus ojos se agrandaron y sonrió.

-Qué pena, ¡oh Rolf!- le respondí como si apenas lo hubiera reconocido.

-¿Qué haces aquí? me preguntó, demonios, no había pensado en qué decirle si me preguntaba eso,- eh, vine por, mmm... oh vine porque acá a dos cuadras esta una librería pero aún no abren y estoy haciendo tiempo- me mordí el labio para no delatarme tanto, uff de la que me libre.

-¿Nos sentamos un rato?- Me preguntó señalando la mesa al frente, dirigiéndome hacia ella.

-Nombre, Luna es lo máximo, te juro que no sé qué haría sin ella, siempre me ayuda y me apoya y luego me siento mal.- Dije poniendo una falsa cara de arrepentimiento.

-¿Por qué? si Luna te adora- me respondió.

-Lo sé y yo a ella, o sea en la vida le haría una jalada, pero...- ahora si tenía su atención completa, lo mire y me mordí el labio de nuevo -no, nada.

-Hermione qué, se pelearon o qué onda-. Se mostró angustiado.

-No, no, para nada, esto es una tontería- suspiré- Rolf no quiero que vayas a tomar esto como algo que no es, júramelo.

Me llaman JaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora