Capítulo 8.
Sin duda el castillo blanco tenía otros lugares que enseñar y explorar. No bien habían llegado Louis la guio a su salón de estudio, el cual para ir tenías que pasar por varios pasadizos que lograban confundirte, y Ailee lo comprobó cuando se dio cuenta que pasaron por el mismo pasadizo por tercera vez, para luego bajar una escalera de caracol llegando al frente de una puerta oscura.
Era un salón mediano con varios artefactos extraños en todos lados, en un lado a la derecha había una maleta que cuando lo abrió, por accidente, se mostró que en el interior no había ni ropa ni zapatos, si no, diminutas botellas con goteras de diferentes tamaños. La luz que salía de las ventanas iluminaba un caldero gigante que estaba a lado de una chimenea mientras que los otros estaban puestos en unos estantes. Se paseó por el lugar rebuscando entre los cajones para luego sentarse en un silla mientras se colocaba unos lentes en el cual la montura izquierda tenía unas lupas pequeñas que al tocarlo se formaron en una línea.
—Esto es tan delicado que tengo que usar estos lentes—hablo señalando el objeto—, pero para terminarlo necesito tu ayuda.
—¿Mi ayuda? ¿Para qué?
—Necesito de tu energía para poder terminar el collar—dijo como si no fuera la gran cosa—. ¿No te has sentido cansada desde que estas aquí?
—No.
Y era verdad, se había quedado fascinada con todas las cosas del reino y más con la elección del collar de Fabián.
—¿Enserio? ¿Nada? ¿Ni un mareo o algo? —al recibir de nuevo una respuesta negativa siguió arreglando el collar—. Igual no hay que arriesgarnos, bien párate aquí.
Se situó frente a ella sacando el collar con piedra amarilla que tenía escondido entre su camisa. Con sus dos manos sujeto su collar y luego se vio como este se prendía una luz blanca hasta formar una línea, esto le recordó a la elección de Fabián. Pero la luz blanca empezó a dirigirse hacia ella. Con temor retrocedió, peor se mantuvo quieta tras la palabra de quieta por Louis. La luz empezó a girar sobre hecha formando líneas delgadas que empezaban a agrandarse, pero algo sucedió, ya la luz no era blanca, si no era de un dorado fuerte, un dorado que ilumino el salón, que se encontraba a oscuras con las ventanas tapadas por un movimiento de manos de Louis.
Louis al ver que la luz ya tenía un color dejo de sujetar su collar para agarrar el que estaba fabricando, lo alzo al frente de Ailee, las luces doradas, que empezaban a desprenderse del cuerpo de la pelirroja para andar por el salón dirigieron su dirección hacia el collar sostenido, como un maratón empezaron a ir hasta el sin importar si votaban a las dos personas por el fuerte impulso.
El collar, que era aburrido y sin vida, se llenaba de esto cada vez que la luz dorada entraba. Un hermoso collar ahora se encontraba colgando de la mano de Louis, el que se encontraba tirado en el suelo, era una piedra media circular transparente que cargaba con un líquido de un dorado brillante combinado con una cadena del mismo color.
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Reinos Opuestos (Libro #1)
FantasyReinos Opuestos (Un nuevo mundo al descubierto) Ailee Webster nunca pensó que se encontraría con algo así. Justo al cruzar esa misteriosa y curiosa puerta se encontraría con un mundo nuevo. Lleno de personas con collares donde obtienes un elemento...