3. La casa de los abuelos

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CAPÍTULO 3. 

Cerró la puerta del carro fijándose como Lucas empezaba a caminar con los otros a la cancha de futbol, se mantuvo el camino escuchando música y viendo por la ventana

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Cerró la puerta del carro fijándose como Lucas empezaba a caminar con los otros a la cancha de futbol, se mantuvo el camino escuchando música y viendo por la ventana. Su papá conducía sin dejar de mirar para adelante, mientras su mamá veía algo en su celular y su hermana leía un libro sobre principios de medicina interna.

—Luego de regresar de la casa de sus abuelos iremos a visitar a los otros—dijo su papá mientras conducía—pero pasaremos por la peluquería... Ailee.

Ailee sintió un pánico enorme, irían a ver a sus abuelos paternos, no podría creer su suerte. No les bastaba con el otro verano. Paso sus últimos días de clase pensando en lo genial que sería su cumpleaños que no podía creer lo que le decía su padre.

—Puede ponerse un sombrero grande para que tape todo eso o cambiar de color.

Cambiar de color su cabello, ella no quería eso. Tenía que impedirlo, podría decirlo a su abuelo sobre esto y que ellos lo impidan o en otro caso esconderse en la casa de Lucas hasta que pase el verano. Sabía que sus padres no pasarían cerca de esa casa por el gran motivo de que los odiaba.

—Pero si Pablo es pelirrojo.

—Ese inútil.

Ailee no creía eso, Pablo era un buen chico y se notaba a lenguas que estaba enamorado de su hermana y era todo un romántico como a ella le gustaban. Lo conoció cuando estaban yendo de paseo a los juegos mecánicos que se quedaron unas semanas en su vecindario.

Estaban platicando sobre a qué juegos e subirían cuando un grito les hizo girar sus cabezas.

—¡Alexa! – un chico alto y apuesto abrazo al pequeño cuerpo de su hermana quien no reaccionaba al igual que su mamá y Ailee.

—¿Quién es él? —pregunto, aunque tenía la ligera sospecha por las constantes veces que veía a su hermana sonreír y gritar emocionada a la pantalla del celular.

—Pablo que rayos haces aquí—dijo mirando donde su papá había ido a comprar entradas para los juegos.

—Te vi y quise saludar a mi novia—dijo el chico con ahora nombre Pablo con una sonrisa—A hola suegra y cuñada.

—¡¿Novia?!

—Huy hermana mi papá te va a matar—podría estar preocupada peor en realidad le divertía la situación.

—Vete mi papá no sabe—pero el chico parecía no reaccionar al escuchar sobre el padre de su novia—¡Vete!

—Adiós—se despidió con un beso a su novia y se fue corriendo.

El señor Rafael seguía con el rostro de un tono rojo que a Ailee le recordó cuando una vez su hermana le mando a reventarle un grano que le había salido en la nariz el día de su cita con Pablo. Pero no parecía tener algún problema con que sea pelirrojo, en verdad, lo ignoraba haciendo que la decepción en Ailee creciera, pensaba con que haiga otro pelirrojo cerca su familia no la miraría con malos ojos y que no le digan algo sobre su cabello.

Reinos Opuestos   (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora