1. Mala suerte

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CAPÍTULO 1.

Los señores Webster viven en una gran casa que llevaba un cartel limpio y fino en la puerta que tenía escrito el número 8, en la cual la señora Webster le sacaba brillo temprano en la mañana, eran de las personas más orgullosas y perfeccionistas q...

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Los señores Webster viven en una gran casa que llevaba un cartel limpio y fino en la puerta que tenía escrito el número 8, en la cual la señora Webster le sacaba brillo temprano en la mañana, eran de las personas más orgullosas y perfeccionistas que puedas encontrarte, tanto que si por un pequeño descuido hacían un gran escándalo.

El señor Webster era extranjero y había viajado para poder llevar a cabo su tan soñada empresa de electricidad en una ciudad donde no era tan bien usado. Era un hombre alto y un poco corpulento, vestía la mayoría de veces con su traje porque la mayoría del tiempo lo pasa en el trabajo. La señora Webster delgada y rubia, siempre con la expresión de haber olido algo horrible, pasaba las tardes en casa de una de las vecinas donde hacían sus reuniones y presumían de sus vidas.

Tienen tres hijos: Caled, el mayor, era alguien igual a su padre frio y orgulloso, eso le permitía enfrentarse algunas veces a sus padres. Alexa, la del medio, era una copia exacta de su madre rubia y elegante que le traía unos problemas que no quisiera contar. Y la pequeña Ailee, quien tenía el cabello de un rojo como el fuego que heredo de un antepasado de la familia de su padre, y justo por esa razón no era bien tratada por parte de esa familia.

Ella se había enamorado de una persona muy honrada y pobre, aunque era a escondidas todo término cuando su primo la vio y lo comento en una reunión familiar, sus padres la presionaron a terminar con él lo cual ella escapo haciendo que la consideraran la vergüenza de la familia. Y era obvio que su padre conocía esa historia porque había pasado de generación en generación, lo cual cuando nació le guardo un resentimiento a la pequeña pelirroja.

Nuestra historia comienza cuando el día tres de agosto en el cual una pequeña pelirroja se encontraba bajando las escaleras para ver a su mamá, quien cocinaba mientras decoraba la mesa que estaba con un impecable mandil blanco junto con varios utensilios de porcelana.

-Muévete-dijo mientras revolvía la olla, la cual salía vapor-tu papá llegara en cualquier momento y quiero que estés lista.

Ailee se le quedo viendo por un rato para luego darse la vuelta para regresar a su habitación, no quería esta cena y más porque conocía la mala suerte que tiene. A duras penas se cambió con algo más presentable que sus pantalones salpicados con pintura y sus botas negras.

Cuando ya había terminado y estaba peinándose el cabello su puerta se abrió dejando ver a su papá, Rafael, estaba con su característica ropa de trabajo, mientras ingresaba a la habitación miraba con un gran rencor hacia la pelirroja.

-Toma y póntelo en la cena-al abrir la bolsa se encontró con una gorra rosada ancha, era bonita. Pero al recordar para que lo era ya no le parecía-A ver si así puedes tapar ese horrible cabello que tienes-sus palabras eran duras y frías-ya pensaste que hacer en tus vacaciones, no quiero ver que no haces nada.

Reinos Opuestos   (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora