CAPÍTULO 4.
Lo primero que sintió al despertar fue un viento frio que le hizo estremecerse, estaba un poco destapada, al levantarse se asomó a la ventana, los tenues rayos del sol bañaban por el horizonte traspasando las hojas de los frondosos árboles e iluminando los tejados de las casas lejanas, el canto de los pequeños pájaros se escuchaba como música para la naturaleza, eso es lo que más le decía su abuelo, los animales en forma de agradecimiento cantaban para la naturaleza, por lo que les dio. Escuchaba el suave sonido de una melodía desde el jardín trasero, el cual apuntaba la ventana de su habitación, vio como la silueta de su abuelo se paseaba silbando mientras cortaba y cuidaba las plantas de su jardín.
Aun en su pijama verde se retiró de la habitación para dirigirse al comedor a tomar un buen desayuno, la casa era grande, pero tenía los pasillos amplios y fáciles. Recordaba cuando de pequeña se perdía y ahora conocía esta casa como la palma de su mano. Ingreso a la cocina en donde encontró a su abuela sentada con una bata celeste mientras tomaba té.
—Abuelita—como pudo hablo tratando de no soltar un bostezo.
—Tu abuelo está regando su jardín como siempre—aunque su anuncio fue simple parecía que le costara hablar, su rostro se notaba pálido y decaído.
—¿Te sientes bien? ¿Quieres que te prepare algo más para tú te?
—No...con esto estoy bien, solo que he estado con resfriado. Anda, ve con tu abuelo.
Aun preocupada por el aspecto de su abuela salió de la casa para encaminar al jardín trasero donde su abuelo tenía en las manos una regadera negra mientras seguía paseándose alrededor del jardín.
—Hola cariño—saludo mientras cortaba unas hojas con mal estado.
—Es tu favorita—era muy obvio que se refería a los tulipanes, por la manera en que cuidaba más de ellos que cualquier planta en el jardín.
—Cuando empezaba a salir con tu abuela cada día le regala un tulipán demostrándole mi amor, le ponía en el escritorio donde se sentaba en clase, esta flor es muy especial y más porque era mi favorita y así nomás no se la regalo a nadie, el día en que le pedí ser mi enamorada le hice una jardín con hortensias moradas, sus favoritas—seguía contando con nostalgia— A mi mamá le encantaba la jardinería y ese amor me lo traspaso a mí lo cual mi papá no estaba nada alegre porque decía que perdía el tiempo por eso trato de alejarme de eso.
Soltó un suspiro para luego mirarla sonriendo – Pero veme aquí.
—¡El desayuno! —escucharon el grito de su mamá.
—Mejor vamos porque a nadie le gusta ver a una loca gritar.
El desayuno fue rápido, aunque eso no logro que Ailee no prestara atención a su abuela, que se encontraba más pálida y ojerosa que cuando la vio, parecía más triste que cuando se murió su periquito azul. Las palabras de su abuelo se repitieron en su mente causándole una intriga máxima de lo que le sucede a su abuela.
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Reinos Opuestos (Libro #1)
FantasyReinos Opuestos (Un nuevo mundo al descubierto) Ailee Webster nunca pensó que se encontraría con algo así. Justo al cruzar esa misteriosa y curiosa puerta se encontraría con un mundo nuevo. Lleno de personas con collares donde obtienes un elemento...