Los corazones también se rompen.[Pausada temporalmente]

Capítulo 1

-Estás loca, The walking dead es mejor- Decía Louis mientras llevaba una cuchara de cereal a su boca.

-¡Claro que no! Dora es muchísimo mejor- Respondía la pequeña Clementine de tan solo 5 años, recargada en el respaldo de la silla.

Mis hermanos eran una completa pesadilla, deseaba que yo no lo fuera para ellos. En la mesa siempre se escuchaban parloteos sobre videojuegos, series o caricaturas para bebés.

Las escaleras se hacían eternas cuando aún no te despertabas del todo.

-Hey- saludé mientras tomé un pan de la mesa y le di un mordisco de esos “generosos”.

Hoy es mi primer día de preparatoria. No podía sacar esas palabras de mi cabeza.

Que fastidio.

Terminando de desayunar subí a mi habitación para prepararme e iniciar de nuevo en la escuela.

Primer día: ¡todo es genial!

Segundo día: ¿Qué hago aquí?

Tercer día: ¡odio la escuela!

-Megan- Se escuchó la voz de papá.

En unos cuantos segundos estuve parada frente a la puerta principal. Ansiaba irme y terminar de una vez por todas este maldito día.

-¿A dónde tan rápido?- salió mi madre de la cocina secándose sus recién lavadas manos en el pantalón. -¿Y mi beso?-

Rodeé los ojos y suspiré.

Le di un corto beso en la mejilla antes de subir al auto.

Una oreja, la otra oreja y ya escuchaba The vamps entrar por mis oídos. La música era fantástica para el momento, además me libraba de las conversaciones poco extensas con papá.

Amaba tener la sensación de frío en mi rostro mientras el auto recorría cada calle hasta mi destino. Algunas veces imaginaba estar en mi propio video musical y el viento frotando cada cabello negro esponjado que provenía de mi cabeza.

Se escuchó el motor apagándose, ahí fue cuando supe que debía bajarme.

Inhalé todo el aire que pude hasta sentir que mis pulmones casi explotarían. ¿Estaba nerviosa? ¿Mis piernas temblaban? ¿Quería salir corriendo?

Sí, sí, sí.

-Nos vemos luego- lancé una mirada un tanto insegura hacía mi papá.-Estaré bien-

Jajaja. ¿Bien?

-Buena suerte- Arrancó de nuevo el auto dejándome parada frente a la puerta.

Sola.