T R E S

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Yeo Sang vio regresar a Hong Joong junto con Woo Young sanos y salvos. Suspiró profundamente de alivio, pero su rostro cambió al ver y sentir el aroma del tercer acompañante que traían. Frunció el ceño desconcertado. Su instinto quería traicionarlo otra vez como antes, pero esta vez no se sentía abrumado por lo que pudo resistir el impulso de huir. Aun cuando sus manos comenzaron a temblar ligeramente, se mantendría allí.

—¿Qué hacen con esa... con él? —preguntó cruzándose de brazos en cuanto el lobo y el beta traspasaron el umbral de la puerta. —Es peligroso—aclaró al sentir las miradas perplejas sobre él.

—Se encuentra herido—respondió el castaño evitando los pardos ojos del conejo que poco a poco se llenaban de disgusto. Le pidió a Yun Ho que se encargara del alfa llevandolo a la habitación para que pudiera reposar más cómodamente, el beta alto le sonrió amable tomando al desconocido siendo ayudado por Woo Young—, ¿podrías ayudarlo, Yeo Sang? —pidió Hong Joong cuando quedaron los dos en la cocina-comedor mirándolo atentamente con gesto compungido.

Yeo Sang hizo una pequeña mueca mirando receloso al nuevo invitado a través del umbral de la habitación. Por su aspecto de seguro tenía fiebre alta, su respiración se encontraba algo agitada, además cada tanto fruncía el ceño por lo que puede que esté sumergido en un profundo sueño. Su cabello plateado se pegaba a su frente perlada por el sudor y era casi tan alto como Yun Ho que no cabía completamente en la cama, sus pies colgaban al final de esta.

No parecía una amenaza ahora en su estado, pero que podría garantizar que después no haría algo. —No te agradan los alfas, ¿por qué quieres ayudar a este? —cuestionó inquisitivo mirándolo con seriedad. —¿Qué pasa si después él hace algo?

—No sabemos de qué casta es, por lo que no podemos garantizar que hará algo malo—aseveró dirigiéndose a la habitación siendo seguido por el omega—, además estaba solo y necesitaba ayuda, ¿no es suficiente razón? —dijo acomodando una almohada debajo de la cabeza del no muy deseado invitado.

El conejo resopló en su interior ante las palabras del beta, no se tragaría esa sarta de tonterías. Al instante frunció el ceño en disgusto notando el golpe de Hong Joong en su frente. —¿Él no te lastimó, cierto?

El beta tocó su frente percatandose de su dolor y que tenía un poco de sangre seca. —Solo me caí, ni siquiera me duele tanto—replicó agitando su mano quitándole importancia.

Woo Young y Yun Ho se encontraban sentados en la cama frente al alfa sin querer interrumpir el intercambio de palabras. De parte del lobo este sabía que Yeo Sang no estaría de acuerdo con la llegada de un alfa a la morada, no les tiene simpatía en absoluto aunque más bien debería decir que les tiene miedo, pero eso es algo que el conejo no podría confesar. En cambio Yun Ho solo no sabía cómo aportar a la discusión, por un lado entendía el punto de Yeo Sang, era peligroso alojar a alguien de casta desconocida por lo peligroso que podría ser, por otro lado entendía la intención de Hong Joong de querer ayudarlo, no podrías simplemente dejarlo tirado estando herido.

Al final ambos suspiraron mirando al conejo con el ceño fruncido y al beta caminando hacia la cocina.

Yeo Sang lo tomó del brazo al pasar a su lado. —Primero te curo a ti, luego a él, ¿Entendido? —lo miró con aspereza, sus orejas de conejo apareciendo. Hong Joong tragó seco sabiendo que era señal de que Yeo Sang se encontraba bastante molesto.

—De acuerdo—aceptó de inmediato siendo soltado del agarre.

Se dirigió a la cocina velozmente buscando un cuenco de madera para luego salir de la estancia. Woo Young silbó asombrado sonriendo con picardía. —Te sacó las orejas.

Between the sky and the earth // ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora