MI QUERIDO ALPHA ⋆.˚ 𝐓𝐎𝐌𝐀𝐑𝐑𝐘

30.4

(Tom Marvolo Riddle)

"Querido Harry...."

Frunso el ceño mirando con enojo a mí carta.

—Es una estúpida idea—. No, no pienso hechar a perder mí relación con Harry. Lo extraño y desde las vacaciones eh estado esperando a encontrarme con él para abrazarlo y decirle que "todo estará bien", pero no puedo.

Arranco la hoja donde escribí la carta para Harry y la guardo en un sobre. Optó en que sería una carta que "jamás" recibirá.

Me acerco a la ventanilla y tiro la carta que no quiero darle a Harry, en esta hay palabras que podrían herirlo. No dicen nada que él pueda entender, además de que ya es tarde para mandar una carta.

La carta está a punto de caer al agua que rodea a Hogwarts, pero ¡No! La lechuza de Harry toma con su pico la carta; ahora se la llevaría a Harry y él la leería. —Ahora si me va a odiar—. Trago pesado.

—Tonto humano.

—¿Humh? —miro a mí costado y veo que es Nagini quien me habla, mí serpiente que eh tenido como compañera desde hace tiempo.

—Sólo habla con el omega y listo.

—N-No puedo, no es tan fácil como crees. —le digo en pársel a mí serpiente y ella rueda sus ojos.

—No tienes h?#%$...

Frunso mí frente, pero Nagini tiene razón.

De repente, escucho que el profesor Snape toca a mí puerta y él se acerca a darme una de las peores noticias; me dice que hay un "asunto" que arreglar en este momento. Me pongo nervioso, ya se a lo que se refiere. Salimos de la casa de Slytherin y veo que la profesora Mcgonagall también me espera. Me acompañan hasta un aula y en cuanto entro mis ojos no pueden creer que Harry este con ese alfa rubio de quinta...

Flashback parte I

Días atrás (antes durante las vacaciones de invierno).

No me apresuro a saber lo que me oculta el profesor Dumbledore, pero aún así, es extraño que yo tenga algo que ver con el ministerio. No es como sí fuese un villano.

—Sigueme Tom. —me dijo el profesor Dumbledore.

—Si, señor.

Justo nos detenemos en una zona donde una estatua se situa detrás de nosotros. El profesor dice el nombre de un postre que me desconcerta. De pronto el piso se eleva en nuestros pies conduciendonos hasta la oficina del director.

Salimos y me doy cuenta que la profesora McGonagall y el profesor Snape están dirigiendo una mirada seria, como sí yo hubiese cometido un crimen.

El profesor Dumbledore se sienta frente a su escritorio y el ambiente cambia drásticamente a una sombría.

—Por favor, acercarte Tom.

Hago caso hasta quedar frente al profesor Dumbledore.

—¿Qué está sucediendo profesor? —pregunto, sólo quiero que me aclaren porque me tengo que encontrar a mitad de mis vacaciones en la oficina del director Dumbledore, cuando en realidad quiero pasar el tiempo escribiendo una extensa carta para mí lindo omega.

—Voy a ir al grano contigo, Tom. —me dice el profesor Dumbledore— El ministerio me envió una lechuza con una carta explícita en el que describe el día en que marcaste a Harry Potter. El ministerio no miente, así que Tom, respóndeme una sencilla pregunta...

—¿Cuál señor? —me siento nervioso, ¿Estaré expulsado de Hogwarts?

—¿Por qué estuviste con Harry en la semana en que el profesor Snape y la profesora McGonagall habían sido claros con que se te tenía prohibido encontrarte con dicho alumno?

—Todo fué por mí instinto animal. —me justifico recordando mis ridículos celos el día que ese niño rubio casi me roba a Harry.

—Entiendo Tom, pero acataste una regla muy importante que no es tolerada en esta escuela. Le quitaste a Harry el collar antimarcaje y para colmo lo marcaste como tu territorio. Será impactante lo que te voy a decir, así que, seré cuidadoso con mis palabras...

Asiento con la cabeza.

—Si estás aquí es porque el ministerio no te quiere a tí Tom. —suelta un suspiro de preocupación— lo que el ministerio quiere, es a un mago muy poderoso que dedujo una predicción.

—¿De qué está hablando director Dumbledore?

—Me refiero a que Harry está embarazado y no sólo eso, el ministerio está pensando en arrebatarles a su futuro hijo.