MI QUERIDO ALPHA ⋆.˚ 𝐓𝐎𝐌𝐀𝐑𝐑𝐘

20

Jadeo de cansancio rogándole al alfa sí podíamos descansar en la cama juntos y él cede asintiendo.

—¿Q-Qué sucede Tom? —le pregunto intrigado sin saber porque todavía no se despegaba de mi cavidad trasera.

—E-Eh... N-No sé cómo explicarlo. —me dice avergonzado.

Más tarde, Tom y yo no las arreglamos para separarnos.

Caminamos juntos hasta nuestras casas y descansar, ya que al día siguiente era la partida para regresar a nuestros hogares y disfrutar de nuestras vacaciones.
Me siento emocionado, ya que no hace mucho que conocí al tío Sirius Black, mi tío me había prometido que me podría mudar a su casa y abandonar la casa de los Dursley.

Tom nota mi sonrisa dibujada que mis labios habían formado desde que salimos de la sala de menesteres.

—Harry...

—¿Si, Tom? —llevo mi cara sonriente a sus orbes rojizos.

—No, hemos congeniado mucho salvo la atracción sexual que sentimos él uno por el otro, así que, cuando volvamos a regresar a clases quiero que podamos conversar como pareja y conocernos más. —me dice con un sonrojo muy obvio en sus mejillas.

—Por supuesto, quisiera saber todo de ti. —poso mi cabeza en su pecho y lo abrazo fuerte estrujando su cintura.

Nos dimos un beso y entramos cada quien a su casa, él a Slytherin y yo a Gryffindor. Luego me siento en el sofá frente a la chimenea de la sala común.

—¡HARRY! —gritan al unísono Hermione y Ron.

—¿Qué pasa chicos? —les pregunto extrañado— ¿Por qué ponen esa cara?

—¿Harry en dónde te metiste? —me pregunta Ron.

—¿Estás bien Harry? ¿Ningún alfa te desflorecio, verdad? —me cuestiona Hermione.

—Huhh... Vaya que sueño tengo, me voy a dormir chicos. —finjo un bostezo estirando mis brazos.

—Pero, Harry tu...

Me voy a acostar, no sin antes ponerme mi pijama. Me quito mis anteojos y me acuesto cerrando mis ojos.
A la mañana siguiente, yacian la mayoría de estudiantes abordando el tren que nos llevaría a la estación King's cross, a excepción de Tom y otros estudiantes.

—No tengo a donde ir, todos los años me quedo en Hogwarts. —me dice Tom con una mirada desanimada— Pero no te preocupes, me quedaré aquí a esperar tu llegada, Harry.

Hago una mueca con los labios, —Si quieres, me quedo contigo...

—Estaré bien Harry. Me habías dicho que querías ver a tu tío Sirius, no debes perderte de un buen momento, porque te prometo que me tendrás todos lo días del año que viene.

—¿De verdad?

—Si, ahora anda y sube al tren.

Asiento con la cabeza. Mis ojos se llenan de lágrimas despidiendome de mi alfa, lo beso en su mejilla dejándolo perplejo luego Hagrid guarda mis cosas mientras abordo el tren junto a Hermione y Ron.

Me despido de Tom desde la ventana, él me envía un beso en el viento y yo lo atrapo llevándolo a mi corazón. El tren comienza a moverse y poco a poco voy perdiendo de vista a Tom.