MI QUERIDO ALPHA ⋆.˚ 𝐓𝐎𝐌𝐀𝐑𝐑𝐘

Epílogo

La cena por mí graduación al fin termina.

Hermione y Ron se despiden de mí encerrandome en sus brazos. Los tres nos gruaduamos de Hogwarts y ahora somos un exelentes magos. Hermione me dijó que se uniría al ministerio y una vez hecho, ella eliminará la absurda ley de quedarse con los cachorros de magos aficionados cómo fué mí caso, Ron quedó embarazado dos semanas antes de la graduación por Zabini y yo por fin me gruadue y disfrutar de mis dos mellizos y futuro esposo.

Los acompaño a la puerta y seguido de ellos, me despido de Parkinson y Zabini. Luego cierro la puerta y me dirijo con Tom a rodenar la mesa.

Mi tío termina de limpiar el desorden de la sala principal y se marcha a dormir.

Mis bebés —si, mis bebés de un año— duermen en sus camitas luego de que a Tom y a mí nos costó convercerlos con mimos y juegos hasta cansarnos.

—Supongo que ya es hora de ir dormir. —le digo a Tom.

Él asiente con la cabeza, luego se acerca a mí a olfatear mí cuello.

—Sé lo que estás pensando, pero hoy no es el momento.

Le digo a mí alfa. Estoy en mí ciclo de celo, por supuesto que yo ya no olvido beber mis supresores, pero ¿Por qué cuando estoy cerca de Tom no funcionan?

—N-No por favor Tom. N-No, m-mi tío podría oírnos...

Tom no me escucha dándome lamidas desde mi oreja hasta mi nuez. Comienzo a exitarme. —¿Ah, es enserio?—, mi cara enrojece pidiendo más.

Siento que mí corazón se acelera a cada suaves caricias que mí alfa posa en mí piel con sus manos.

Instantáneamente Tom me toma de mi cintura y me aprisiona contra la pared. Mis anteojos chocan contra está. Sus manos las desliza con lentitud a mi miembro y comienza a tocarlo de arriba a abajo. Él se apega a mí trasero y siento su erección abultada.

Llevo mis labios a buscar los suyos hasta juntarnos dándonos un magnífico beso. No podía negarme, menos a sus feromonas con ese adictivo aroma que me hipnotiza. Las caricias continúan hasta besarnos como salvajes enloquecidos.

—Harry...

—¿S-Sí Tom? —digo entre jadeos.

Mi saliva sale de mi boca como agua y la de Tom igual. No me resisto a recibir sus besos y sus fuertes embestidas dentro de mi cuerpo. Ya quiero que ocurra.

—Yo también estoy en celo. —me confiesa.

Esta noche no dormiré...