Harry's Little Omega [L.S]

6. Frustration

El día comenzó con los firmes pasos del omega haciendo eco por los pasillos de la gran mansión del alfa rizado.

Estaba molesto, frustrado, enojado, sentimientos que se hacían notar en sus pasos firmes y acelerados, en su dulce aroma ligeramente más amargo y pesado y en su ceño fruncido y labios apretados. Manos hechas puños. Personal de limpieza de la vivienda bajando la mirada al verlo pasar y cuestionándose internamente cual era el error que habían cometido para molestar al pequeño príncipe del jefe. Expectantes, pulso acelerándose al notar como los pasos apresurados del menor tenían como único destino la oficina del alfa castaño.

Cuando el omega revoltoso finalmente entra a la oficina, el personal se dedica a compartir miradas nerviosas y curiosas, todos sumidos en una charla silenciosa sobre que o quien fue el culpable del mal humor del príncipe. Sin embargo, el color abandona el rostro de cada uno de ellos cuando ven salir al omega aún más molesto que antes, mejillas rojas y mandíbula tensa, abandonando la habitación tras dar un portazo que sacudió toda la planta.

-¡Harry!

Que Louis estuviera molesto con alguien del personal o un evento ajeno a los mismos ya de por si era terrible, que Louis estuviera molesto con Harry era el preludio al desastre.

El aroma denso y amargo del omega se sentía en toda la casa, plasmándose en las paredes blancas y limpias de todos aquellos pasillos que recorría para llegar a su destino. Personal de limpieza de las plantas restantes conteniendo la respiración y deteniendo sus movimientos cuando el menor pasaba por su lado. Louis los miraba, serio, luego se disculparía con ellos, tendría que comprar muchos chocolates.

Cuando estuvo ante las puertas de aquel sótano de paredes oscuras, los guardias que la vigilaban tragaron grueso.

-Está ocupado – menciono rápidamente uno, voz más aguda de lo normal. Su compañero lo miro incrédulo, ojos bien abiertos y cuello seguramente resentido tras la fuerza con la que giro su cabeza tras que el alfa mencionara aquellas palabras. A Louis le cayó bien.

-¿Y?

-No puedes pasar – El alfa intento sonar serio, intimidante. Louis quería ver que tan intimidante seria cuando le clavara un cuchillo en el ojo.

Louis lo miro, desinterés reflejado en sus ojos, chasqueando la lengua para dirigir su mirada al otro alfa con ojos brillosos y mirada asustada – Espero que tú tengas una mejor audición y compresión que tu compañero. Déjame entrar. Ahora.

-S-Si, por supuesto, adelante – el alfa de corto cabello castaño se hizo a un lado, permitiéndole el paso al omega que sonrió falsamente, notando la mirada hastiada y molesta del otro alfa incompetente por el rabillo del ojo segundos antes de abrir la puerta. Louis sonrió genuinamente.

-Te crees tan fiel, tan obediente a las órdenes de tu jefe – Louis comenzó, el alfa lo miraba, atento, sin esperar aquellas palabras – Como si con unas simples palabras de mi parte no pudiera tener tu cabeza en mis manos.