10. Grumpy Alpha

5.7K 456 180
                                    

- Eres tan hermoso, tan pequeño, mi cachorrito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Eres tan hermoso, tan pequeño, mi cachorrito.

Louis se despertó rodeado por los brazos de su alfa. Uno de ellos se extendía por toda la extensión de su delicada y pequeña cintura, trazando patrones sin sentido en la cálida pancita del omega, en donde pequeñas mariposas revoloteaban salvajemente producto del contraste entre la presión que ejercía el fuerte y tatuado brazo del mayor contra la pequeña anatomía del omega. Su otra mano, por su parte, se había dedicado a jugar delicadamente con la mano que el menor tenía aferrada en el pecho contrario, doblando sus finos y frágiles dedos o simplemente tomándolos en sus grandes manos, deteniéndose sobre todo en aquel que portaba su anillo. Hechizado por su brillo.

Sus labios estaban presionados contra su cabello, murmurando incoherencias para sí mismo. Louis llevaba un largo tiempo intentando descifrar el significado de al menos una de ellas, fallando miserablemente. Solo hacía unos minutos que el mayor había comenzado a hablar en un lenguaje conocido para los mortales y Louis había sido capaz de interpretar algunas de las palabras que salían de su boca. Con las mariposas en su estómago revoloteando con más fuerza, sus mejillas pintándose pincelada a pincelada de un bermellón cada vez más fuerte y con su corazón creciendo poco a poco en su pecho en un intento por atesorar y resguardar en el nuevo espacio generado aquellas palabras.

Louis anuncio su conciencia tomando uno de los dedos del mayor entre los suyos, utilizando cada uno de ellos y ejerciendo una muy débil fuerza que, si no fuera por el sonrojo en sus mejillas y demás rastros que evidenciaban su estado de lucidez, habría pasado por un acto reflejo producto de sus sueños. El omega fue testigo de cómo los caminos interminables que el mayor estaba trazando en su estómago de repente tenían un fin, como los latidos, antes calmados del alfa rizado, ahora aumentaban poco a poco su velocidad, de cómo su respiración se cortaba y como los brazos y piernas que lo resguardaban de todo peligro se afianzaban más a su cuerpo.

Harry deposito un pequeño beso en su sien para apartarse sustancialmente de su cuerpo, contemplando al angelito somnoliento en su pecho - Hola tesoro.

El artista encargado de pintar las mejillas del ojiazul dio una pincelada particularmente fuerte, atontado por la intensidad de la mirada del mayor, coloreando en un descuido las mejillas del más pequeño en un fuerte rojo que lo tuvo a este último volviendo a ocultar su rostro en el pecho contrario - Alfa.

El alfa rio, sentándose contra el respaldar de la cama con el omega avergonzado en brazos, alzando su barbilla para comenzar a depositar ruidosos besos en los pómulos del más pequeño, sabiendo que aquello solo convencería al artista creador de su ángel de agregar más rojo a sus mejillas de porcelana. Harry sonríe entre besos cuando el menor sonríe.

Desaparece muy rápido, sin embargo. - Alfa, mi cabeza duele.

Harry se separa con el ceño fruncido, deteniendo su mirada brevemente en los ojos del más pequeño para comenzar a acariciar sus mejillas y sien, palpando con su mano su frente para descartar una posible fiebre. Es normal, supone. Louis ayer lloro hasta dormirse y no es como si todo el estrés que su cuerpo cargaba fuera a desaparecer en una noche. No obstante, aquello no evita que el rastro de un gruñido nazca en su interior, vibrando en su pecho y haciendo gimotear suavemente al omega en su regazo.

Harry's Little Omega [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora