Jimin despertó minutos antes de que su alarma sonara, era domingo y también su segundo día trabajo.
Pestañeó un par de veces y meditó un poco todo lo que había pasado, la noche anterior se limitó a pelear con Jungkook por devolver el conejo, también había salido de casa y su madre no le había llamado y por si fuera poco, tenía a su jefa encima para que le presentara al señor Jeon.
— Jodida suerte — murmuró levantándose.
A pasos cansados salió de su habitación encontrándose con nada más y nada menos que Jungkook. Se miraron un par de segundos... Jimin iba rumbo al baño y al parecer, el castaño también.
Quizá la forma en la que estaban tan destinados les hizo pegar un brinco para correr al único lugar con la ducha. Claro que el peli rubio no podía reclamar nada de ahí dentro, sin embargo, enserio quería lavarse antes de ir a pararse seis horas detrás de un mostrador.
Ambos corrieron a la puerta como si quisieran alcanzar la cosa que más amaban en la vida, dos manos distintas tomaron la perilla y sus ojos volvieron a los contrarios.
— Yo llegué primero — se quejó Jimin.
— Si, pero es mi baño — gruñó Jungkook.
— En realidad es mío — una tercera voz se hizo presente y con una bata atada Kwan abrió paso a su escultural cuerpo para adentrarse al sanitario. — Por cierto, me alegra haber despertado sin una pelea por parte de los dos — dijo antes de cerrar la puerta en sus narices.
Minutos después de que los tres hombre de esa casa se asearon uno se había ido a correr mientras que los otros dos menores intentaban desayunar con tranquilidad.
— Debes marcharte — soltó el castaño — no te quiero aquí...
— Lo sé — contestó Jimin bebiendo su tercer vaso de agua — sé perfectamente lo que piensas y lo que quieres Jungkook, pero no me puedo ir... N-No tengo a donde — eso último lo murmuró.
Jungkook al escucharlo solo intentó disimular la ligera preocupación que sintió y es que desde que había conocido al peli rubio, el sentimiento de protección nació casi sin permiso, sin embargo él mismo lo dañaba, así que gradualmente disminuyó aquel sentir.
— Dile a Taehyung o a Hoseok — dijo sin saber cómo sacarle el por qué no se hallaba en su casa.
— Ellos... Los incomodaría — Jimin se veía derrotado, pero nunca bajó la guardia.
— Aquí también nos estás incomodando — el ceño de Jungkook se frunció cuando Jimin solo tomó su hoodie y salió de su hogar.
Dejando al castaño sintiéndose como un idiota.
❅
— Hola cariño — saludó Lynz — hoy no me quedaré contigo porque iré a una firma de negocios, ¿no es estupendo? — preguntó con felicidad.
— Si, estupendo — habló Jimin tratando de sonreír. La peli negra chilló nuevamente de felicidad y salió corriendo del local.
Jimin recargó sus brazos sobre el vidrio y dejó caer su cabeza, ¿por qué le pasaba todo eso a él?
¿Qué tan malo habría sido en su otra vida?
Puso un disco aleatorio en el tornamesa y comenzó a hacer el aseo, acomodó álbumes originales en sus respectivos estantes y meneaba la cabeza de un lado a otro mientras solo se enfocaba en su interior.
ESTÁS LEYENDO
𝗙𝗼𝗹𝗹𝗼𝘄 𝘆𝗼𝘂 º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻
FanfictionDicen que del odio al amor, solo hay un paso... Esa era la mentira más grande que Jimin y Jungkook habían escuchado antes. Donde Park Jimin y Jeon Jungkook solo respiran para hacerle la vida imposible al contrario. › Comedia › Romance › Drama MINI...