Time After Time (MDZS) (The Untamed) (terminado) SongXiao

La Tercera Campanada

La oscuridad de la noche fue reemplazada por la luz del día con aquella tercera campanada, frente a él la Ciudad Yi, Xiao XingChen y el desastre, giró sobre sus talones para alejarse a prisa, antes de que Xiao XingChen lo notara y aquel encuentro volviera a ser tan fatídico como su primer intento.

Todo ese tiempo había estado tratando de salvar a Xiao XingChen, pero a quien en realidad debía salvar era a él mismo, de otro modo, no importaba lo que hiciera, Xiao XingChen no podría ser salvado.

No era una idea que estaba dispuesto a aceptar tan fácilmente, porque no creía que mereciera la pena ningún intento por salvarse, para Xiao XingChen su vida lo era todo, era una verdad dolorosa, volvía más cruel las palabras con las que se separara de él muchos años atrás y su abandono.

Había sido un estúpido al no ser consciente de eso, Xiao XingChen había sacrificado por el sus propios ojos, se había condenado a una vida de oscuridad y dolor por él, si hubiese sido necesario, habría entregado su vida por él, Song Lan pensó que al hacer lo mismo, sacrificarse para salvarlo, honraría y pagaría su deuda, pero estaba equivocado.

Salvarse a si mismo no era un pensamiento egoísta como toda su mente y su ser le obligaba a pensar.

"Mi ZiChen... lo único que he querido sobre este mundo, mi vida, mi muerte... Mi ZiChen... "

Era entrada la mañana, una hora reprochable para seguir en la cama, pero Song Lan había bebido demasiado la noche anterior, sofocado por saberse sin ninguna pista en el camino, no recordaba haber dejado la ventana abierta, pero no recordaba mucho de las cosas que había hecho o dejado de hacer. Se encontró con la garganta tan seca que no pudo diferenciar el extraño sabor del agua al de su propia lengua acartonada.

El malestar con el que se levantó se acentuó de manera considerable muy a pesar de sus intentos por reprimirlo, culpo a la resaca, no estaba siquiera cerca de sospechar que minutos atrás su versión del futuro entró por su ventana y envenenó el agua que acababa de tomar.

Por el camino se encontró con un arriero, la idea de llenarse de plumas y paja le parecía horrenda, pero, comenzaba a sentirse extremadamente cansado y pedir que aquel hombre le ayudara a acortar el camino que debía hacer a pie le pareció tentador, más el hombre, que iba acompañado de un niño que se echó a llorar apenas verlo, casi desbocó su carro con su buey para alejarse de él lo más pronto que le fuera posible hacer a la pobre bestia, en los ojos del animal también había miedo.

Song Lan se extrañó demasiado por aquella reacción, pero no quiso molestar a esas pobres gentes, sólo decidió que lo mejor era investigar el camino de donde aquellas personas venían para encontrar el origen de aquel terror.

Llegó a una pequeña granja, donde relató la historia del arriero y el niño aterrorizados, las personas que habitaban en aquella granja le pidieron bendecir su hogar, pues aquellos eran tiempos siniestros, le contaron que desde hacía tiempo, de la Ciudad Yi, en lo alto de aquel camino, bajaban criaturas horrendas que causaban muerte y terror a su paso.

Song Lan se animó por tener algo que hacer, una cacería nocturna en lo alto de la colina, preguntó, como ya era su costumbre, por un cultivador de blanco con una espada engarzada en escarcha y flores, recibió negativas, agradeció y se despidió de ellos.

La Ciudad Yi era un terreno gélido y neblinoso, cargado de un feng zhui nefasto, el mercado era el sitio menos sombrío, los ingredientes eran escasos y no tan frescos, aunque sus artesanías eran maravillosas, igualmente sombrías tomando en cuenta la especialidad de sus artesanos. Caminó por aquellas calles preguntando por los horrores de los que había escuchado en boca de los granjeros, las gentes de la Ciudad Yi parecían reacias a hablar con él, no sabían nada, no querían saber nada, pero eran amables, extremadamente amables y cordiales, hasta un punto sospechosamente sobrenatural.