C. 7. Pavel Waller

2.2K 105 3
                                    


Me remuevo en mi lugar, sintiendo un leve dolor de cabeza. Escucho a lo lejos voces, pero en los primeros segundos no logro identificar de quienes son. Abro los ojos lentamente, parpadeando repetidas veces para acostumbrarme a la gran cantidad de luz. Cuando mi visión deja de estar tan borrosa, noto que estoy en mi habitación. La luz de las lamparas baratas alumbran ferozmente cada parte de la habitación. Frunzo el ceño levemente mientras coloco una mano en mi frente. Me encuentro un poco desconcertada e intento pensar un poco por que estoy aquí. Me esfuerzo un poco y logro recordar cada detalle de lo que sucedió. Al principio me altero un poco e intento levantarme rápidamente de la cama para buscar a Ney, sin embargo, mi cuerpo no me lo permite. En el instante que pongo un pie fuera de la cama, caigo boca abajo sobre el suelo. Me doy un golpe bastante fuerte en la cara y dejo escapar un quejido. Las voces que antes se escuchaba lejanas de pronto callan. Intento levantarme pero solo logro apoyarme sobre mis brazos temblorosos por pocos minutos.

La puerta de la habitación que antes se encontraba cerrada, ahora se abre de golpe dando paso a mis ojos, para ver de quien se trata. Observo extrañada al hombre desconocido que entra por esa puerta. Es un hombre de edad mayor, tal vez o aproximadamente de unos cincuenta. Su cabello aun luce negro, pero comienza a teñirse sutilmente con algunos cabellos blancos y grises. El hombre viste una camisa de botones, blanca y unos jeans negros un poco holgados. Él al verme sobre el suelo, viene corriendo directamente hacia mi para ayudarme. Me toma delicadamente por la cintura y me levanta, para dejarme sentada sobre la cama.

-Debería descansar un poco, aun sigue demasiado débil.-dice mientras sonríe levemente.

-¿Quien..es usted?-pregunto sintiéndome un poco incomoda, por su presencia.

-Oh, cierto.-murmura algo apenado.-Soy doctor, un viejo amigo del joven Waller.-dice sosteniendo esa sonrisa amable en su cara.

¿Dónde he escuchado ese apellido antes? Frunzo el ceño ligeramente mientras intento hacer memoria. No me cuesta demasiado tiempo, tal vez algunos cortos segundos, pero al final termino por recordarlo.

Pavel Waller.

Abro los ojos mas de lo normal cuando lo noto. ¿Amigo del joven Waller? No puede ser. Si son amigos eso significa que él esta..Y como si lo hubiera invocado por el pensamiento, el pelinegro hace presencia.

-Bell...¿Cómo esta..?-la voz de Pavel se quedo en el aire cuando se posicionó frente el marco de la puerta y nuestros ojos se encontraron. Sus ojos color azul océano me observaron directamente, pero después de varios segundos, desvió la mirada hacia la ventana a mis espalda y continuo hablando.-¿Como está ella?-preguntó con un extraño tono de voz, mientras él hacia la pregunta como si yo no estuviera escuchando.

Yo tambien decidí ignorar que él estaba aquí, en mi apartamento, frente a mi y en mi habitación. Observé al doctor y escuche cada palabra con atención. O al menos eso intentaba aparentar. Mi mente aún pensaba seriamente en Ney. Posiblemente no ha comido y probablemente esa sopa que le prepare, ya no exista...Aunque no parece ser muy tarde, el sol sigue reinando sobre los cielos, solo que parece un poco mas débil ahora. Debe estar apunto de anochecer. 

-Como te dije antes, solo debe mantenerse en reposo por al rededor de unas dos semanas.-cuando escuche eso, inmediatamente mire aterrada al doctor.-Además, debo sugerirte que vayas a hacerte unos análisis, te examine y al parecer tu desmayo fue a causa del cansancio que llevas reteniendo, no obstante, puede deberse a otra cosa.-no dije nada, pero me negué rotundamente en mi interior.

No puedo estar descansando dos semanas. Si no me presento a la oficina en ese lapso de tiempo estoy segura de que mi jefe me despedirá y si eso sucede ¿Cómo se supone voy a mantener a Ney? Además tengo que pagar este lugar...Definitivamente no puede ser. Claro que la causa de mi desmayo fue por la falta de sueño, pero no pienso ir hacerme unos análisis, no son necesarios, estoy bien.

ᴅᴇᴍᴀꜱɪᴀᴅᴏ ᴛᴀʀᴅᴇ ᴘᴀʀᴀ ɴᴏꜱᴏᴛʀᴏꜱ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora