C. 21. Hija

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-¡El monstruo de las cosquillas te atrapará!-observo a los chicos correr por la pequeña sala de mi apartamento. 

-¡No!-chilla Ney entre risas cuando por fin es atrapado por su padre. Pavel comienza a hacerle cosquillas a nuestro pequeño, mientras él se remueve en el suelo riendo. Son adorables. 

Los observo desde el comedor. Es viernes, Ney no tiene escuela mañana y Pavel a decidido que era un buen día para pasarlo con él. Desde que lo trajo de la escuela se han pasado dando vueltas por mi apartamento. Esos dos tiene demasiada energía, ninguno de los dos parecen cansarse. Solo observarlos es agotador para mi. Me alegra que cada día parezcan más unidos, realmente me alegra que ambos se lleven tan bien. Con solo observarlos, parece como si toda la vida hubieran estado juntos. Es como si esos cinco años en los que Pavel no estuvo, nunca hubieran existido entre ellos.

Las cosas entre nosotros también comienzan a cambiar. Son solo pequeños detalles, pero puedo sentir cada vez mas cerca a Pavel. Estoy dejando que se acerque, porque quiero intentarlo con él. Realmente él me hace creer que las cosas podrían funcionar. Sus movimientos, su trato conmigo es cuidadoso y eso me gusta. Él no esta tomando las cosas a la ligera y aprecio eso. Se ha encargado bien de Ney desde el principio e incluso a cuidado de mi. Nunca le pedí que hiciera nada de eso, sin embargo él lo hizo, porque lo sintió necesario. Me ha demostrado que realmente cambio. Nunca fue un mal chico, pero éramos jóvenes y tontos. Todavía tenemos una larga vida por delante, aun somos jóvenes, sin embargo, maduró en esos cinco años en los que no tuvimos contacto. Hace cosas que jamás podría esperar de aquel Pavel al que yo conocía. 

Aquel chico de veintiún años que yo solía conocer, era todo menos alguien responsable, apenas podía cuidarse de si mismo. Sin embargo, este chico de veintiséis que es casi un completo extraño para mi, es alguien que tiene un trabajo estable, una casa, un auto y puede no solo mantenerse a si mismo, si no que también puede mantener a su hijo pequeño. En cambio yo que era una chica de diecinueve años en aquel entonces, estudiosa, responsable y con una vida organizada, tuve que sacrificar mis estudios, mis sueños y aprender a sobrevivir al borde del abismos, para darle una vida decente a mi querido chico. Sin embargo, a pesar de todo mi esfuerzo estos últimos años, aun no tengo un trabajo estable, apenas tengo donde vivir, no tengo un auto e intento siempre sacrificarme porque Ney este al cien por ciento bien, sin importa mi estado.

¿Qué puedo decir? Creo que nos intercambiaron los papeles estos últimos cinco años. 

Él es todo lo que yo debería ser y yo soy todo lo que intente evitar. 

En su momento dolió, fue difícil dejar todo por lo que trabajé duro, pero no me arrepiento. Gracias a mi sacrificio pude conocer a esa pequeña luz en mi vida, al que juré proteger. Tal vez mi historia hubiera sido distinta si hubiera tomado la opción de abortar, sin embargo, no creo que hubiera podido soportarlo. Todos me abandonaron, estaba sola y continuaría de la misma manera, si me hubiera desecho de él. Al menos en las noches mas fría tenia a alguien a quien abrazar. Al menos en los días mas tristes, tenia su sonrisa cada que iba por él a su cuna. 

Gracias a él siempre estuve acompañada de alguien.

-Jessica.-asentí levemente.-Llevaré a Ney a su habitación, si no te importa, hoy yo le leeré un cuento.

-No hay problema.-levante la mirada y sonreí suavemente. Él asintió devolviéndome la sonrisa. Él se dio media vuelta dispuesto a irse, dude por un momento si detenerlo, pero finalmente intenté dejar de pensar tanto las cosas. Tome un extremo de su chaqueta de cuero y tire de ella suavemente. Se detuvo. Lo detuve.

-¿Si?-pregunto sin darse la vuelta.

-Luego...-tome un poco de antes de hablar.-¿Podrías quedarte solo..un poco más?-las palabras salieron de mis labios mas tímidas de lo que esperaba.

-Por supuesto.-susurro. Solté su chaqueta y lo deje ir.

Solo quiero un poco de su compañía antes de irme a la cama. Quiero sentir su calor antes de que me envuelva en mis sabanas frías toda la noche. Solo necesito eso, tal vez para evitar desvelarme toda la noche pensando en lo que podríamos ser. Porque todas noches, antes de dormir, me desvelo dos o quizá tres horas en la noche imaginándome una vida juntos. Esa vida que teníamos antes de que todo esto pasara. 

A veces me gustaría volver aquellos días en los que podía abrazarlo sin sentirme ajena a él. Aquellas noches de tempestad en las que él me envolvía con sus brazos y me susurraba al oído que no tuviera miedo. Realmente estos cinco años él me ha hecho mucha falta. Me hice fuerte por Ney, pero siempre fui débil cuando lo recordaba a él.

Me sobre salto de repente cuando escucho dos golpes en la puerta de mi apartamento. Observo por un momento la sala, pero Pavel se ha ido con Ney, debe estar leyendo uno de sus cuentos favoritos. Escucho otro golpe en la puerta, frunzo el ceño extrañada. Son casi las diez de la noche. ¿Quién podría ser a esta hora? Aún así me levanto de la silla y voy por las llaves de la puerta. Tal vez algún conocido de los vecinos se equivoco de apartamento o de piso.

Cuando tengo las llaves en mis manos camino hacia la puerta y otro golpe se escucha. Me apresuro en quitar el seguro, para luego abrir. A sucedido varias veces que las personas se confunden de apartamento y viene al mío o al de otros vecinos por equivocación. Abro la puerta tan rapido como lo consigo y busco a la persona que ha estado tocando, sin embargo, me quedo de piedra cuando los encuentro.

Mi cuerpo se tensa, incluso mi piel se eriza. Siento como el miedo recorre mi piel, mi cuerpo e incluso hace temblar mi alma. Retrocedo lentamente por la impresión, mis manos se vuelven temblorosas, mi cuerpo se estremece bruscamente mientras niego. Un grito ahogado se escapa de las profundidades de mi garganta. Aprieto fuerte el pomo de la puerta mientras observo a las dos personas paradas frente a mi.

-N..no puede ser...-murmuro mientras intento cerrar la puerta, pero antes de que lo logre una mano interviene desde fuera de mi apartamento impidiéndome cerrar.

-Espera, hija.

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Los padres de Jessica están aquí!
¿Que creen que pasará ahora?
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Chaoo.

ᴅᴇᴍᴀꜱɪᴀᴅᴏ ᴛᴀʀᴅᴇ ᴘᴀʀᴀ ɴᴏꜱᴏᴛʀᴏꜱ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora