C. 12. La perdí

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Miro la sonrisa que adorna los pequeños labios de Ney y me es inevitable no sonreír tambien. Esta jugando junto a Pavel en el sala de estar de este diminuto apartamento. Se ve muy feliz mientras chocan carritos. Se ven adorables ambos. Tenerlos así, frente a mi me deja en claro que son una copia exacta el uno del otro. Tienen la misma sonrisa, los mismos ojos y hasta las misma muecas. Son idénticos.

Hoy se siente como si de verdad fuéramos una familia. Ambos se comportan como lo que son, padre e hijo. Aunque Pavel ahora tambien parece un niño mas jugando junto a Ney. Es notable darse cuenta de que se están divirtiendo. Yo los observo sentada en uno de los sofás, mientras tomo me café mañanero. Es tan irreal todo esto. Jamás imaginé que este día pudiera llegar. Nunca me hubiera esperado que algún día pudiéramos estar así. Se siente el ambiente hogareño. Incluso me hace recordar a cuando era una niña. Cuando mamá y papá jugaban conmigo a la hora del té. Son lindos recuerdos, lastima que todo haya terminado tan mal entre nosotros.

Sin embargo, verlos así a ambos me hace recordar que tenemos que decirle a Ney, que Pavel es su padre. Aún no creo que sea el momento para decirle. Solo llevan dos semanas de conocerse y no creo que Ney este del todo, preparado aún. Además no se como tomara la noticia. Al principio le dije que el era un amigo, para protegerlo. Cuando le diga repentinamente que Pavel es su padre, puede reaccionar de cualquier manera. 

Por el momento, comenzare con cosas pequeñas.

-Ney, ¿quieres a Pavel?-pregunto repentinamente, dejando la taza de café sobre la mesa a mi lado. Ney gira un poco para mírame, Pavel repite su acción, pero me mira con sorpresa. Yo ignoro su mirada sobre mi y me centro en mi pequeño rubio.

-Si, mami-responde con un lindo brillo rodeando sus bonitos ojos azules. Desvía la mirada de mi y mira a su padre con una pequeña, pero adorable sonrisa.-Lo quiero mucho.-sonrío satisfecha por su respuesta. Al menos esto puede dejarme un poco tranquila. Tal vez cuando le digamos su reacción no sea del todo mala.

Ney, deja de lado el carrito rojo que antes sostenía en sus manos y viene hasta el sofá en el que me encuentro para abrazarme. Yo lo ayudo a subir y lo siento sobre mi regazo. Me mira sonriente, dejándome a la vista las bonitas pecas que heredo de mi. Sus pequeños brazos rodean mi cintura y sonrío encantada por sus actos de cariño.

-Pero, te quiero mas a ti, mami.-no puedo evitar morir de ternura. Rodeo su pequeño cuerpo con mis brazos en un abrazo cariñoso. Lo escucho reír tiernamente. Me separo un poco de él para dejar un beso en su frente y luego despeinar su cabello rubio.

Unos segundos después recuerdo que Pavel tambien esta aquí. Lo busco con la mirada y lo encuentro aún sentado en el suelo frente a nosotros, mirándonos con seriedad. Sus ojos azules son más oscuros y profundos. Nos observa como si quisiera guardar este momento en lo profundo de sus recuerdos. Segundos después nota que lo estoy mirando y sonríe levemente. Se levanta del suelo y sin decir nada pasa por nuestro lado y se adentra a los pasillos.

''Quiero recuperarlos a ambos'' sus palabras me golpean sin previo aviso. Entonces, por alguna razón comienzo a sentirme mal. Mal por él. Continuo abrazando a Ney, quien no se separa de mi, pero la sonrisa en mis labios se borra. Su mirada hacia nosotros no mostraba tristeza, pero tampoco mostraba felicidad. Él solo estaba ahí sentado, solo, observándonos fijamente. ¿Habrá sentido la soledad al vernos así? ¿Acaso esa escondió sus verdaderos sentimientos detrás de esa sonrisa que me dio antes de irse? Niego levemente. No lo creo..tal vez solo me estoy haciendo ideas equivocadas en la cabeza.

Pero si realmente son ideas equivocada, ¿Por qué siento este nudo en el pecho? ¿Por qué me siento mal por él? No debería sentir esto por él. Seguramente él esta bien. Probablemente estoy equivocada ¿cierto? Pero, si es así ¿Por qué esa sonrisa se vio más triste de lo que debería?

-¿Mami?-la voz suave de Ney me saca bruscamente de mis pensamientos. Lo observo un poco confundida.

-¿Qué pasa, cariño?-le pregunto mientras sonrío levemente. Sus ojos azules me mira fijamente. 

-¿Tú quieres a Pavel?-mi sangre se congela y siento como mi cuerpo se tensa levemente. La pregunta del rubio frente a mi, me toma desprevenida. Intento ocultar mi sorpresa manteniendo mi sonrisa, pero me quedo completamente en blanco.

¿Qué puedo responder a eso?

¿Quiero a Pavel?


Pavel

Me detengo en seco cuando escucho las lejanas palabras provenientes de Ney. Me pregunto ¿Qué responderá? Se que probablemente ella me odie. Le hice mucho daño después de todo. La dejé cuando mas me necesitaba. Lo que es peor. Dejé en la calle y a su suerte a una mujer embarazada, siendo consiente de lo que hacia. Aunque no hubiera sido mi responsabilidad, dejara sola estuvo mal. Pero, por supuesto, tenia que ser egoísta y pensar primero en mi estúpido corazon roto.

Probablemente lo que responda  me romperá el corazón. Pero, aún así tengo curiosidad por saber lo que siente por mi. Verlos de esa manera, tan unidos, me hizo sentir mal, no lo negaré. Se era una imagen hermosa, realmente hermosa. Sin embargo, sé sintió como si no perteneciera a ellos y eso de alguna manera dolió. Ahora probablemente me este arriesgando a ser nuevamente las palabras que le diga a Ney. La curiosidad mato al gato y tal vez a mi no me mate, pero sin duda, romperá mi corazón.

De cierta manera lo merezco, merezco pudrirme en el infierno.

-Es un secreto.-escucho su dulce voz romper el silencio que se había formado de pronto.

-¿Un secreto?-le pregunta Ney, con un tono de voz dejando a relucir su curiosidad. 

Un secreto. Es una buena excusa para esquivar la pregunta de un niño. Bueno, supongo que acabo de comprobar algo que ya sabia. Ella probablemente me odia. No la culpo, yo tambien me odio por lo que le hice. Claramente no puede decirle eso a un niño, porque no lo entendería. Esta es la mejor manera para distraerlo.

Demonios...

Duele, duele saber que ella finalmente me olvido. Aprendió a vivir sin mi estos cinco años. ¿Por qué iba a quererme devuelta después de todo el daño que le provoque? Sin embargo, me cuesta aceptarlo. Yo no puede olvidarla por mas que lo intenté. Ni siquiera pude enterrar el amor que sentía por ella. Realmente quiero recupérala, porque no puedo aceptar que ya no me ame.

-Si, un secreto que por ahora no puedo contarte.-sonreí aunque por dentro doliera hacerlo. Estaba claro. No necesitaba más.

La perdí.

Mi teléfono comenzó a vibrar en mi bolsillo trasero logrando hacer que me sobre salte. Ni siquiera podía sufrir en paz. Lo tome en mis manos y mire el nombre ''Berny'' Respondí e inmediatamente lo coloque en mi oreja.

-Dónde estas, Pavel?-pregunta confundido.

-Lo siento.-murmuro dándome media vuelta.-Ya voy en camino.-respondo saliendo del pasillo del apartamento. Por primera vez no soy capaz de mirar a Jessica. Así que simplemente camino hasta donde están mis cosas sin despedirme de ella. 

-¿Todo bien?-pregunta Berny al parecer notando mi estado.

-Si..-afirmo en otro murmuro.-Vayamos a un bar después del trabajo, necesito un trago.-digo mientras salgo de ese apartamento y cierro la puerta.

Me destrozo. Sinceramente, eso me destrozo.



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Chao.

ᴅᴇᴍᴀꜱɪᴀᴅᴏ ᴛᴀʀᴅᴇ ᴘᴀʀᴀ ɴᴏꜱᴏᴛʀᴏꜱ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora