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Bosque Nacional Six Rivers 


Estábamos cada vez mas cerca de nuestra ultima parada en este proyecto, y eso me aterraba un poco, me había encariñado con levantarme temprano y pasar por Seraphine. Algo que me gustaba de todo esto era el hecho de compartir lugares juntos donde ninguno de los dos había estado antes y la manera tan fácil de perdernos incluso si Google maps nos acompañaba. Era algo muy tonto y ya común en los dias que llevábamos viajando. Y quizás hoy no era la excepción, ya que nuestro destino para hoy son los Bosques nacionales six rivers, y por lo que se son una maravilla. 

―¡Lysander! ¡Llegaras tarde!.

Me apresure a vestirme y tomar mis cosas para bajar. Mis madres ya estaban por salir a trabajar y en la mesa se deslumbraba un rico desayuno del cual no podre disfrutar porque efectivamente iba tarde.

―Perdón― dije mirándolas.

―Ve, nosotras limpiamos y cerramos― asentí. 

Camine hacia mi jeep donde mi primera parada y la mas cercana era la casa de Oscar. Vivía a tan solo dos cuadras de mi casa, y eso era algo que ame desde que éramos pequeños. Toque mi bocina y un Oscar molesto salió de la puerta principal.

―Sabes que odio eso― dijo intentando subirse adelante.

―Si haces eso tendrás que cambiarte luego― él solo me miro y procedió a subirse a la parte posterior del jeep. 

Conduje hasta la casa de Seraphine que quedaba mucho mas lejos, ella era nuestra tercera acompañante, al detenerme en aquella casa aperlada mi corazón comenzó a latir demasiado rápido cuando vi que su puerta se abría, pero desde lejos su rostro demostraba tristeza y cansancio. Una vez que abrió la puerta no evite ser el primero en preguntar.

―¿Estas bien?.

―Si. Hola Oscar.

―Hola Wen. 

Ella subió en silencio y el viaje partió hacia la casa de Blass quien parecía mas alegre de lo normal. 

―¡Mis amigos! Dios como amo que tengas vehículo. 

―Solo sube Blass― hablamos con Oscar a la vez.

Todos reímos y conduje hasta la escuela, donde comenzaba el sufrimiento de aquellas clases que nos esperaban para el resto del día, o mas bien solo el medio día, ya que para la escuela es mas importante un equipo de rugby que los estudios, es por eso que nos cancelaban la mitad de las clases. 

―Hey― dije tomando la mano de Seraphine.

―¿Si?― respondieron todos a la vez.

―A ustedes no babosos, ya váyanse de aquí. 

―Debemos hablar luego― comento Blass a quien mire por el espejo retrovisor, su rostro parecía serio y sabia que era algo importante― Estaremos en los camarines. 

―Bien, los veo allá.

Los chicos se bajaron y Seraphine me miraba ansiosa esperando alguna respuesta de mi parte o alguna palabra. 

―¿Estas bien?― volví a preguntar.

―Si, vamos a clases.

―Seraphine, ¿crees que no me doy cuenta de los moretones en tu cuerpo, de que a veces no comes o estas triste?.

―Vamos Sander, no puedes preocuparte de esa manera, no somos mas que amigos― dijo bajando del Jeep y caminando. 

Y si, rompió mi frágil ego. 

Rompiendo tú Ego. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora