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Año nuevo estaba a la vuelta de la esquina y con ello la partida de Kirishima hacia Tailandia.

Si bien el día anterior la había pasado de maravilla con Bakugo también había olvidado que no volvería a verlo por un tiempo. Quería creer que no era un problema ya que podían mantener comunicación de muchas formas.

Con eso en mente tomó un par de galletas de la cocina (que había hecho su novio por la mañana) y volvió al cuarto de Katsuki donde se encontraban jugando videojuegos antes de que el pelirrojo pausara la partida porque tenía hambre.

— ¿Quieres una? — ofreció inmediatamente al entrar y sentarse a su lado.

— No, acabamos de comer, me parece increíble que aún no hayas vomitado si llevas comiendo galletas todo el día — habló Katsuki mientras se recargaba en el respaldo del sillón por completo.

— Es que no puedo evitarlo, ¡son deliciosas! Y no lo digo solo porque las hayas hecho tú.

— Solo seguí una receta, cualquier idiota puede hacerlo, incluso tú — aunque Kaminari probablemente no podría, pensó.

— No sabrían igual, voy a extrañar tu comida cuando vuelva pero así tendré excusa para visitarte en vacaciones — comentó con una sonrisa de lo más inocente mientras comía las galletas.

Bakugo llevaba todo el día y noche anterior pensando en qué sería de ambos, su intercambio sería pronto y Kirishima iba a Japón únicamente por el aniversario de sus padres fallecidos. Tenía su vida hecha en Tailandia, por más que le doliera no podía atarlo a él cuando ni siquiera podrían verse.

— Eijiro... hay que hablar sobre eso — su voz salió más tranquila de lo que había planeado y su semblante se vio afectado por los pensamientos que rápidamente se formaban en su mente.

— ¿Por qué te ves tan triste? Sé que no nos veremos mucho porque no puedo viajar tan seguido, pero podemos hacer videollamadas, hablar por mensaje o celular, incluso podemos jugar en modo cooperativo en...

— No podemos hacer nada de eso — cortó antes de que siguiera, lo que sorprendió al pelirrojo.

No esperaba tal negativa de su parte.

— ¿Por qué no? — preguntó cauteloso, no tenía idea de lo que pasaba por la mente de Katsuki, lo hacía sentir como si propusiera algo imposible.

— ¿Recuerdas que tengo planeado irme de intercambio a Alemania? No voy a volver a Japón por un tiempo y no puedes viajar hasta allá.

— ¿Esa es tu excusa? — respondió un tanto ofendido, lo que dijo tenía solución — que yo sepa hay vuelos a Alemania, también tienen internet son un país muy avanzado

— No es eso — Katsuki suspiró, necesitaba hacerle entender que lo priorizaba más que nada, era por su bien — quiero que te enfoques en tus estudios, no puedes estar viajando tan lejos aunque sea en vacaciones, yo también tendré que esforzarme el doble y buscaré un trabajo para no depender tanto de los viejos.

— Pero aunque no vaya a verte podemos hablar, hay muchas cosas que podemos hacer a distancia — Eijiro tomó las manos del rubio entre las suyas, como si le ayudara a reafirmar que aún estaba con él y no se iría a ningún lado — si dices eso porque no me quieres más entonces...

— Te quiero más de lo que imaginas — interrumpió acariciando su rostro — eres la mejor persona que pude conocer, pero si seguimos juntos no podré darte la atención que mereces, tampoco nos veremos seguido, te aburrirás de mí o conseguirás alguien que ames más y esté cerca de ti, lo que sea que pase primero tendrá el mismo resultado, me dejarás y para entonces estaré tan enamorado que no querré dejarte ir. No quiero hacerte daño, tienes una vida aparte de mí.

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⏰ Última actualización: Apr 07, 2021 ⏰

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