"No +18"

cαρíтυℓσ 11

Me despertó un rayo de luz que entraba por la ventana y llegaba directamente a mi cara. Entonces detrás de mí sentí a Antuan el cual estaba abrazándome con su brazo por la cintura mientras que dormía, por lo que me eché hacia atrás para pegarme a él y entonces sentí un cálido beso en mi cuello.

- Buenos días- me dijo con voz ronca y sexy.

- Buenos días- le contesté-. Perdón por dormirme aquí anoche...

- No importa, cuando duermo contigo me he dado cuenta que duermo relajado- sonreí al oír esto-. Se me olvidó decirte ayer que hoy hay una fiesta en casa por la noche.

- ¡Oh! Suena bien- dije girándome hacia él para mirarlo.

- Sí, creo que empezará sobre las ocho de esta tarde, beberemos un poco cenaremos y después iremos abajo a beber más aún.

- Está bien le sonreí.

Se levantó de la cama tras darme un beso en la frente y empezó a cambiarse mientras que yo me incorporé y me senté en el borde de la cama dándole la espalda. Me levanté y le dije que iba a cambiarme así que salí de la habitación tras decirle eso. Me puse una ropa cualquiera para estar por casa, bajé abajo pero no había nadie así que decidí hacer el desayuno. Preparé unas tortitas, zumo de naranja y unos cereales. Repartí las tortitas en tres platos y los cereales los deje en un bol en el centro de la isla de la cocina para que cada uno se echara los que quisiera. Poco después Víctor bajó las escaleras y se sentó en frente de uno de los platos.

- Gracias- dijo él sin dirigirme la mirada.

- De nada- contesté.

El silencio llenó la cocina pero por suerte Antuan bajó y en mi cara apareció una sonrisa de oreja a oreja.

- Buenos días bro- saludó a su hermano mientras se acercaba a mí-. Buenos días Darling- me dijo a mi dulcemente después de besarme el cuello.

Víctor puso su cara de rabia y apartó su mirada, entonces Antuan se rio en mi oído al verlo de aquella manera. Se sentó en frente de otro de los platos con tortitas y yo me senté al lado de él.

- Te han salido deliciosas- me dijo Antuan.

- Gracias mi niño- le agradecí.

Víctor en cambio no dijo nada pero cuando se le ocurrió abrir la boca solo fue para molestar.

- ¿Estáis saliendo?

- No, nos estamos conociendo- le respondí rápidamente.

- Para después salir- añadió antes de meterse otro trozo de tortita en la boca.

- No, pero igualmente, ¿a ti que más te da?

- Me importa mucho la verdad estás encariñándote de mí puto hermano- me dijo alzando la voz poco a poco.

- Mira te diré algo pedazo de gilipollas, déjame en paz esta es mi vida no la tuya así que déjame que yo haga lo que quiera con ella, ¿entendido?- le dije con una mirada asesina.

- ¡Dios!- dijo Antuan tras escuchar lo que había dicho-. Más vale que te haya quedado claro bro- se rio.

Cogí mi plato y lo coloqué en el lavavajillas. Sonreí a Antuan y después dirigí una mirada de asco a Víctor. Subí las escaleras y cogí mi teléfono móvil del escritorio, busqué el número de mi mejor amigo, Alex, y lo marqué.

- ¡Hola!- dijo él tras el móvil.

- ¡Hola! ¿Cómo estás?

- Bien, con falta de sexo, ¿dónde te me has metido?- nos reímos.