Capítulo 2:
Secretos
Haber encontrado a Suri me tiene inquieto. La niña elfo tiene razón. La hermandad estuvo siempre bajo nuestras narices. Usando el castillo como su escondite y si Mafer nunca hubiera cruzado hacia Encantus quién sabe cómo hubiera acabado todo. Yira podría estar aquí, no creo que haya tomado el camino hacia la corte de invierno.
La reina de hielo se ha encerrado en su corte después de la partida de sus nietos, y hay rumores de que la hermandad la ha condenado.
El hada de fuego llegó con una loca idea de que existen hadas con unas extrañas alas, y al principio para mí era la cosa más ilógica que le pudo haber ocurrido. ¿Ojos en las alas? Una ridiculez del tamaño del cielo. Tuve que verlo con mis propios ojos para darme cuenta de que era verdad. Todavía no entiendo muy bien como eso puede ser posible. Esa es otra incógnita que necesito descifrar.
Ahora que lo pienso, en las ocasiones en que Darah venía de visita para informarle a mi madre sobre el cruce de humanos hacia Encantus, ella nunca extendió sus alas. Evitaba volar, quien sí lo hacía era su pequeña hija. Yira era tan normal como mi hermana y yo. ¿En qué momento cambiaron las alas de Darah? ¿Y por qué?
El espacio de libros que tiene mi madre oculta no son muchos. Ya revisé la primera línea de ellos y no hay nada más de lo que ya sé y conozco. Saco el primero de la segunda hilera. Mi madre no visita este lugar, las capas de polvo que cubren cada ejemplar es un claro indicativo de lo abandonado que esta. Zulay evita a toda costa recordar el pasado, y todo lo que hay en esta pequeña habitación representa un pasado que no está dispuesta a revelar.
Agarro cuatro libros más y los coloco en el suelo en el mismo orden en que deben ser devueltos. Me siento de espaldas a la pared que me da acceso desde la habitación de la reina. Ella sigue en compañía de Raquel, quizás ya estén planificando la boda. Debo hacer que mi madre desista de esa idea, pero por el momento me conviene que esté ocupada, así que lo dejaré pasar.
Ella se niega a darme cualquier información sobre mi padre y la hermandad, está cerrada ante la posibilidad de iniciar una búsqueda y si se entera de lo que estoy haciendo es capaz de encerrarme en alguna celda para mantener a salvo. El futuro rey no puede correr riesgo de perderse como lo hizo el último. Su afán porque ocupe el lugar de mi padre me va a hacer enloquecer.
La desaparición de mi padre desestabilizo al reino también, la vida personal de mi madre. El hada oscura que se convirtió en reina no es la misma regente de la actualidad. Quienes la recuerdan aseguran que su corazón se ha endurecido, la hermandad la hizo ser así.
Dejo el libro por otro, y un coro de voces entra en la habitación. Se trata de mi madre y su amiga Raquel. Me aseguro de no hacer ningún ruido, si me encuentra aquí enloquecerá.
—Gerald se está portando muy grosero con nosotras —se queja Raquel. La escucho caminar por la habitación. Me la imagino desplazarse con aires de grandeza. —No se presentó al compromiso, ni siquiera aparece para saludar cada vez que venimos. Él está evadiendo a Romina a toda costa.
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Encantus. Alas olvidadas (Libro 2)
FantasíaGerald no puede dejar de pensar en que su padre pudiera estar con vida. Además, con la partida del hada de fuego las defensas de Encantus se debilitan y a nadie parece importarle, ni siquiera a si madre la reina oscura. Así que decide hacer algo...