Capítulo 5: Princesa elfo

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Capítulo 5: 

Princesa elfo

Regreso a la habitación de mi hermana con la esperanza de encontrar a Lyon allí, pero ya se había ido

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Regreso a la habitación de mi hermana con la esperanza de encontrar a Lyon allí, pero ya se había ido. Cada guardia del castillo se dirigió hacia donde se ha presentado el conflicto.

—¿Qué está ocurriendo, Gerald? —Pregunta Susej siguiendo fuera de su habitación—. Lyon se fue sin explicarme nada.

—No estoy seguro, pero pasó algo con unos niños elfos. Los encontraron muertos en alguna parte —digo agitado mientras bajo las escaleras.

Susej me sigue el paso.

—La hermandad no puede estar detrás de esto porque no están aquí —dice Susej insegura.

—Susej, los duendes han estado intentando traer niños humanos a Encantus de nuevo. Supongo que no lo lograron y... fueron contra los nuestros.

Susej se queda atrás. Ella no parece asumir lo que está sucediendo. Por ahora son solo suposiciones mías, no tengo nada que lo confirme, pero, ¿quién más podría haber sido y con qué fin?

Intente escabullirme fuera del castillo, pero Raquel me encontró primero y se me fue imposible evadirla. Por lo que ahora estoy en el jardín asintiendo a todo lo que dice sin prestarle mucha atención.

¿Esa mujer no se cansa de hablar?

Sé que mencionó algo sobre su preocupación por los elfos, sin entrar en muchos detalles, lo que realmente es de mi interés. Luego se fue por el tema del compromiso y lo importante que es para la corte oscura que exista una boda después de todo el drama de la hermandad. Raquel piensa que con una gran celebración el paso de la hermandad por Encantus será historia.

—¿Gerald? GERALD —me sobresalto.

—¿Pasa algo?

—Sí, no me estás prestando atención —recalca Raquel lo evidente.

Ella se encuentra sentada al pie de un árbol que no puede dar sombra ante la desnudez de sus ramas. La mesa entre los dos sigue intacta desde que estamos aquí, ni siquiera ella ha tocado una fruta del cesto. Se ha centrado más en hablar de un compromiso que ella y mi madre se han inventado.

—Lo siento —me disculpo con indiferencia. —Me preocupa que todavía no tengamos noticias.

Lo que me interesa en este momento es saber qué fue lo que pasó con los niños elfos y terminar de leer ese libro o diario.

—¿Te preguntaba que si has pensado en una fecha para la boda? —pregunta muy sonriente, evadiendo el tema realmente importante.

A mí por el contrario no me parece divertido, ni entusiasta. ¿No es muy pronto para hablar de fechas? ¿Es que mi indiferencia por su hija no es notoria? Eso hay que remediarlo.

Encantus. Alas olvidadas (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora