Los lirios.
♪♪♪♪♪
—No tienes de que preocuparte, solo es un simple desayuno. Recuerda estas reglas y todo estará bien: Mantente erguida y ni se te ocurra descansar tus codos sobre la mesa —señala Laila, restándole importancia a la situación. Le escucho sin protestar, atenta a cada una de sus palabras—. No hables con la boca llena, utiliza los cubiertos en la situación que corresponda y dobla la servilleta correctamente.
Me detengo inmediatamente, en medio camino. Nos dirigimos al comedor a desayunar junto a la familia Jhonson. Mi madre de mentira se da cuenta que no le sigo el paso y voltea a verme un poco intrigada.
Realmente no puedo continuar, le tengo pánico a pasar la vergüenza de mi vida frente a los familiares de Rhysand. Quizás puedo estar vestida de marca, tener un maquillaje con clase y andar en postura, pero en cualquier momento puedo cometer un error.
—¿Ahora qué pasa? —interroga, arqueando una de sus cejas perfectamente maquilladas.
Inclino un poco mi rostro y levanto mis manos haciendo un gesto cuestionador. No puedo creer que me haya hecho esa pregunta ¿en serio no se da cuenta?
—¿Cómo que qué pasa? —demando, algo exaltada—. Me dices que no me preocupe porque no es nada del otro mundo y luego mencionas todo eso que no puedo hacer, como si evitarlo fuera facilísimo.
Laila se sorprende un poco, o finge sorprenderse ¡Ya ni eso puedo saber con exactitud! Convivir con una actriz es muy difícil, no se sabe nunca si sus expresiones son reales o está en una de sus actuaciones.
—¡Hey, Lauren! —Exclama a regañadientes—, relájate. Mantén la compostura —se acerca a mí para susurrar:—. Estamos en el paraíso Jhonson.
«Dicen que aquí todas las paredes tienen oídos, y que cada pasillo de esta mansión, cuarto o sala encierra los terribles secretos de esta familia. Si es así, estamos en peligro, debes estar siempre en tu personaje, alerta, o de lo contrario el secreto que nos une llegará a los oídos de la patriarca de toda esta familia, la señora Johnson. Y sí eso sucede entonces esto no durará nada porque ella se encargará de acabarlo ¿entiendes?»
Asiento, procesando toda la información cuidadosamente. Laila tiene razón. Miro a mi alrededor para asegurarme que nadie no esté observando o en el peor de los casos, escuchándonos. En definitiva nos encontramos solas en el gran salón.
—Ven, nos están esperando para desayunar. Y aunque hacerse esperar está bien, en algunos casos es contraproducente —Me toma del brazo y prácticamente me arrastra hacía el comedor—. Tú solo mantente pendiente de lo que hago en la mesa, cópiame y todo saldrá bien ¿listo?
Me suelta cuando nos estamos acercando a nuestro destino. Igual sigo caminando a su lado, con los codos doblados y la postura erguida. Al menos esta falda corta color rosa y la blusa holgada blanca no son tan incómodas como el vestido de gala que tuve que usar anoche, aunque el collar dorado sí que es un poco pesado.
—Sí, listo —le respondo, cruzando en gran vestíbulo para darnos entrada al comedor.
Todo en esta mansión es realmente hermoso. Es entendible que se le catalogue el paraíso Jhonson, porque eso es lo que es ésto: un paraíso. Cada detalle por más mínimo que sea posee elegancia, clase y hermosura. ¡Ah! No sé como describir este paradisíaco lugar, solo sé que me encanta.
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Sígueme la corriente
Romance"Y todo el caos comenzó cuando se miraron a los ojos, ella desnudó su alma y él cubrió la suya".