Capítulo 6

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Subiendo las escaleras, la primera puerta a la izquierda. La habitación era simple, y se veía justamente como sacada de un anime. Hace tanto tiempo que no veía departamentos con un estilo japonés antiguo, y ahora estar en una habitación así era simplemente refrescante. Había un futón en medio de la habitación, pero, fuera de eso, nada más era visible. 

La habitación era amplia, acogedora, estaba limpia y tenía cuatro puertas. Una de ella daba con él baño de la habitacion, otra con el balcón, otra con él closet, y finalmente la puerta que la conectaba a casa. Dios santo, un balcón. Ahi pondría todas las plantas que deseara, y en la habitación se instalaría y nunca más saldrá de ahí. Además, tenía guardia las veinticuatro horas del día, por lo que podría finalmente mostrar cómo era realmente. Todo. 

No podía siquiera contener su entusiasmo. ¡Ahora no solo tenía un lugar por él que no debía de pagar, sino que podria tener todos los lujos que quisiera porque tenía un contrato! Nunca podria agradecer eso. A pesar de que el gobierno, los héroes, la policía, y, en general, todas las posiciones de alto rango tuvieran su vista en ella--por cuestiones de seguridad del mundo--nunca tuvo esa estabilidad económica que cualquier adolescente desearia. No hasta ahora. 

Su vida era complicada, el dinero siempre volaba después de pagar la renta, y jamás sería capaz de pedirle más dinero al hombre del teléfono, por lo que él trabajo era una cosa que entendía perfectamente. Había hecho muchas cosas para conseguir dinero, entre ellas trabajos de mecánica, cortacesped, reparadora de tuberías, y chica de la limpieza en alguna que otra vivienda, solamente para mantener su orgullo intacto. Era difícil tener en cuenta deudas cuando apenas tenía quince años, pero ahora… Ahora no había de qué preocuparse. 

Dios… ¡NO HABÍA DE QUÉ PREOCUPARSE! Ahora que pensaba un poco más al respecto, no preocuparse la preocupaba. Preocuparse la distraía. Le hacía pensar que era una persona normal, pero… si únicamente se enfocaba en poder… No había nada más que mejorar dentro de sí. No había nada más que tunear. ¿Qué haría durante todo ese tiempo? 

Ni siquiera lo había pensado. ¿Qué haría ahora? No había más trabajos que hacer para pagar deudas, aún no le llegaba la carta de la Yuuei, lo que significa que sigue en vacaciones.¿En qué estaba pensando? ¿Por qué no le hizo caso al hombre del teléfono? Ni siquiera había pensado acerca de… Eso.  ¿Qué pasa si todos saben quien realmente es? ¿Qué pasa si dejan de confiar en ella por lo que alguna vez fue? 

Siempre había tenido un alma de dragón. Todos lo decían. Así la habían apodado. Ese era su nombre, y ya no podía dejar de escuchar los gritos de toda esa gente llamándola “Alma de Dragón”. Los que escuchaban se escondían. No había nadie más quien peleara contra ella. Los héroes nunca tuvieron oportunidad de llegar al lugar durante el robo. Los robos.  

¡De cualquier manera! No era momento de recordar la peor etapa de su vida, ese no era él punto. Era una ciudadana honesta y amigable, además de débil. Nunca podría hacer tales crímenes. 

Antes de que ella continuara con sus pensamientos, fue llamada hasta el comedor por la voz de Enji, quien, aparentemente quería presentarle todas las personas con las que viviría de ahora en adelante. La joven con lentes se veía amigable, agradable y responsable, lo cual era una buena señal. 

—Mi nombre es Fuyumi Todoroki, un placer conocerte. Veo que eres la nueva… prodigio que mi padre intenta formar— Dijo la chica. Ella sonreía de una manera genuina, casi como si lo sintiera, pero, para este punto, la pobre de Hikari no sabía si estaba hablando en serio o si simplemente intentaba quedar bien.

—Hikari (Nombre), así es. Endeavor contacto conmigo debido a mi rendimiento en el examen práctico para la Yuuei.—

—¿El examen de la Yuuei? ¿Qué tal estuvo Shoto? ¿Apoyas esa coartada?— Preguntó uno de los hijos varones de Enji. 

—Había mucha gente. Todos estaban destruyendo robots como si se trataran de moscas, por lo que no estoy seguro— Contestó el contrario. 

—Shoto fue a verlo, quería estudiar a la competencia—

—Fue idea del viejo, no mía.—

—En ese caso debes de tener un kosei realmente impresionante. ¿Podría saber cual es?— Pregunto la chica, mirando mal a sus dos hermanos por interrumpir las presentaciones, y también un tanto molesta porque la habían interrumpido. 

—Oh. Mi kosei… Es un tanto complicado de explicar—

—Vamos, no sea timida señorita, su kosei de superfuerza fue impresionante—

—¿Qué? No, mi kosei no tiene nada que ver con la superfuerza, señor.— Dijo la chica comenzando a reír. —¿Me va a decir que compro un producto sin saber que era? Pensé que el segundo mejor héroe del mundo sería más sensato— Soltó la chica, mofándose tanto como podía del hombre poseedor del kosei de fuego. Enji frunció levemente el ceño. Ya habían firmado un contrato, por lo que no estaba feliz debido a algo así. —De cualquier manera, mi kosei es levemente peligroso para mostrarlo como si fuera un buen auto, así que podemos seguir con esto—

—Natsuo Todoroki, es todo un placer— Él chico sonrió vigorosamente ofreciendo estrechar la mano de la chica, a lo que la contraria sonrió de la misma manera y aceptó el gesto. 

—El placer es mío, algo me dice que eres el maestro de las bromas en este lugar, así que más me vale llevarme bien contigo, ¿no?— 

—Así es— Él chico de cabellos blancos y mechones rojos se hizo un paso hacia atrás, concluyendo con su introducción. Finalmente, el último miembro de la casa dio un paso hacia enfrente, hizo una reverencia, y habló. 

—Shoto Todoroki.— El joven finalmente se enderezó, pero la chica aún no había hecho la reverencia, por lo que se apresuró a hacer la reverencia más torpe que alguna vez se ha visto en la historia de Japón.  No podía creer que ese joven de la cicatriz era él hijo de Enji. No pudo evitar querer tocar su cicatriz, pero sabía que eso no sería apropiado, y sería demasiado grosero de su parte, así que alejó casi al instante su mano, la cual estaba comenzando a acercarse a la cara de porcelana del joven. 

—Lo siento, esa marca es muy característica, me--me recordo a alguien— Se excuso ella, haciendo otra reverencia, esta vez más pronunciada. Shoto asintió con la cabeza.

—¿El viejo te pago para ser su discípula?— Preguntó él. Ese tono frío hizo que a Hikari le diera un escalofrío. Eso había sonado terrible. No sabía si era porque ella le estaba quitando el puesto, o si era porque él contrario le tenía rencor a su progenitor, pero de cualquier manera, eso no había sido agradable. 

—Así es. Dijo que mi apariencia y modales podrían conquistar los corazones de la prensa, aunque yo no lo creo.— La chica colocó una de sus manos en su mejilla mientras elevaba la vista hacia el techo, cosa que había hecho que se viera realmente inocente, aunque, yo y posiblemente ustedes, para este punto de la historia, sepamos que no lo sea. 

Ella sabía que la prensa la amaría, y nunca se avergonzaría de decirlo, pero la humildad es una de las cosas que definen un buen recibimiento por parte del público, y, por esa misma razón, debía de seguir mintiendo. Agh, tantas mentiras comenzarían a hartarla pronto.  Debería de usar la tarjeta de Enji para ir a terapia o algo.

Un Alma De Dragón-- Todoroki Shouto × TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora