Eternal: Las cenizas de un guerrero

Capítulo 3 (El pueblo y su gente)

Después de una larga batalla contra los creicaks los humanos con sus defensas lograron hacer tiempo y resistir durante el tiempo en el que llegara el pelotón de contención y limpieza de eternal, junto con recursos, mientras berserker y el resto de su pelotón llegaron primero, el pelotón Erker tardaba bastante por la tormenta, el helicóptero no lograba avistar bien, pero estaban cerca del campamento que acordaron para aterrizar.

-Bien quedamos en el campamento Sorna, pero tendremos que pasar a un pueblo cercano lo llaman la chispa de Ardrium, les recomiendo que se quiten todas sus señales de muerte hacia los creicaks, creen en profecías y los lugareños no les agradan los eternal por una cosa de destructor de mundos o no sé que cosa...- Diría Killer sin tomarse en serio las cosas del pueblo, sus culturas, costumbres y etc. Pero más que nada señalado hacia L por ser el nuevo del equipo.

El helicóptero bajo cerca del pueblo a lo que el pelotón Erker caminaría hacia este llevando cajas repletas de recursos y etc. para los mismos, a lo que el pueblo feliz por recibir los recursos, pero a regaña dientes al ver a L un poco inexperto y como nunca los vieron con el pelotón Erker, ya que era recurrente que este llevara los recursos al pueblo, encontraron raro el hecho de un nuevo recluta, más aun pareciendo un novato.

Algunos hombres del pueblo junto con una chica joven irían con L al ver que este casi se tropieza con un tronco -Diablos... no.- Diría L nervioso al dejar caer un pequeño collar rústico era de un creicak, por algún motivo este lo tenía, regalado por killer.

-Cuidado... Yo te lo alcanzo... Que raro, un eternal con amuletos del enemigo ¿eres un desertor o no sabes lo que significa?- Diría una chica joven, de pelo corto hasta los hombros de color castaño oscuro, con unos ojos café oscuro, con un vestuario interesante, con una campera/chaqueta de camuflaje perfecta para el invierno, unos guantes sin dedos de cuero no tan gastadas como uno pensaría, un top negro de cuero bastante oscuro al pensar de L, un pantalón ajustado con cinturones en ambas piernas más el que portaba el pantalón para ajustarse, tenía un cinturón como pistolera y otro para guardar una navaja militar, también de su hombro se veía un cinturón que sostenía lo que parecía ser una katana bastante cuidada, para rematar tenía unas botas oscuras de cuero como si fueras nuevas, lo cual era interesante ver en alguien de las afueras, mejor dicho de un pueblo, los de eternal los sustentaban bien, pero eso era aveces muy difícil de conseguir.

-Bueno te explico esto dice ashkar ars marg- Diría mostrando un símbolo con 2 iniciales -significa poder y aniquilación, esto en los creicaks es un amuleto para las batallas contra los ejércitos.... Seas o no un novato no creo que tu ejército te deje portar esto.- Diría la chica en un tono de seriedad pero curiosidad a la vez.

-Si para mí significa otra cosa si solo dejas el símbolo que forman dice... Destruir lo anterior para crear algo mejor.- Diría L cuando sus ojos se iluminarían de color morado con una sonrisa un poco peculiar mostrando dientes afilados, pero derrápente su cara volvería a la normalidad con su mirada inocente y confusa. 

-Me llamo La...- Diría L, pero fue interrumpido por la chica que lo tomo de un brazo revisándolo de pies a cabeza llamándole la atención a los otros supervivientes del pueblo entre ellos el sub-líder "Ivan" resulta que este símbolo solo era entendido así por gente de su religión o criaturas de la antigua era, estos lo llevaron a la fuerza a una cabaña el equipo asustado saco sus armas diciendo que no tocaran a L preocupados por el mismo, pero los pueblerinos sacaron armas y algunos tenían armas creicak, por lo que estos decidieron bajar sus armas rogando que no lastimaran a L, por su parte L estaría asustado diciendo que solo era un objeto que le dio su líder Killer, porque dijo que le pertenecía por derecho, las palabras de este no eran suficientes solo hacia que los pueblerinos lo metieran adentro de la cabaña y lo soltaran ahí mismo, apuntándole con lanzas y algunas armas, asustados y preocupados a lo que la chica salió de entre ellos y levanto a L.