El patriarca yiling y el segundo maestro Lan habían muerto, sus cuerpos se volvieron polvo que fueron llevados contra el viento ¿Se encontrarán en paz? ¿Estarán cuidandolos?
Un cultivador demoníaco y un joven maestro que era el orgullo de su clan...
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-¿¡Pero que demonios se les pasó por la cabeza!? - Los tres menores se encogieron en sus lugares - Mocosos insolentes, ¡Tienen idea la suerte que tienen de seguir respirando! ¡Pero no crean que estarán del todo ilesos! - apretó el puente de su nariz soltando un bufido, recuerda respirar Jiang Cheng - Se quedarán arrodillados en la sala ancestral hasta que se oculte el Sol, y mañana empezará su castigo, los quiero a los tres despiertos a las 4 de la mañana -
Zizhen trago duro sabiendo que el era uno de los que se levantaban realmente tarde, pero guardo cualquier queja en lo más profundo de su ser, su madre estaba realmente enojado y tan solo podía rezarle a su difunto abuelo, antiguo líder de la secta Jiang, y a todos sus antepasados algo de misericordia por el y por sus amigos.
- Y nada de quejas que ya le envié una carta a su líder, así que permanecerán aquí el tiempo que dure su castigo ¿Entendido? - entrecerró los ojos mirándolos de una forma amenazante a los tres dolores de cabeza.
- ¡Si, Líder de secta! - Podían sentir los rayos de Zidian rozarles las piernas, como si estuviera probando que tan capaces estaban sus próximas víctimas, no pudieron evitar sudar frío.
Jiang Wanyin se giró y miro a su acompañante - Diles a esos idiotas que no quiero a nadie merodeando por estos lugares, y a quien me entero le los haya ayudado le irá peor que a ellos - Zhong Yue hizo una reverencia aceptando las órdenes de su líder saliendo de la habitación detrás de él mirando con compasión a sus amigos.
Estuvieron varios minutos en silencio, escuchando solamente las aguas del lago moverse lentamente. Algunos de ellos decidieron meditar para que no se les hiciera tan pesado el castigo.
- ¡Agh, no puede ser! ¡No aguanto estar estar sentado tanto tiempo! ¡¿Como fue que terminamos así?! - se cuestionó Jingyi revolviendose los cabello con frustración.
La razón por la que se encuentran ahí castigados es simple. Recapitulemos. Estaban en la cacería nocturna junto a los demás juniors, todo había ido bien, hasta que en un descuido los tres jóvenes se vieron rodeados por unos espíritus que fueron infectados de energía resentida. Iban a lanzar una señal para llamar a sus superiores, pero resulta que se habían olvidado de reabastecerse antes de ir a la casería. Sino fuera por que el líder Jiang había tenido un trabajo cerca de allí habían estado muertos. Todos los Juniors recibieron un fuerte regaño y un castigo de parte del Líder Jiang, pero en este caso a los tres jóvenes les toco quedarse en el salón ancestral reflexionando sobre sus decisiones, ya que ellos eran los encargados de las señales.
- ¡Agh! ¡No puede ser todo esto es tu culpa, Zizhen! - Exclamó frustrado el menos Lan.
-¿¡Ah!? ¡Pero si habíamos quedado en que tú serías el que llevaría las señales! - contradijo el Jiang.
- ¡Sabes lo fácil que me distraigo! ¿¡Por qué me pondrían a cargo de algo de suma importancia?! - volvió a reclamar.
- ¡Yo que se tú te ofreciste como voluntario! ¡Idiota! -
