El patriarca yiling y el segundo maestro Lan habían muerto, sus cuerpos se volvieron polvo que fueron llevados contra el viento ¿Se encontrarán en paz? ¿Estarán cuidandolos?
Un cultivador demoníaco y un joven maestro que era el orgullo de su clan...
El fuego se extendiendo por toda la edificación consumiéndolo por completo, escucho su nombre, unas cuantas palabras del hombre que estaba a su lado, pero no escucho, no mucho, recuerdos del pasado nublan su mente. Sin perder tiempo ambos se separaron, buscando a sus seres queridos atrapados en el fuego.
Quien iba a pensar que ese día sería el último de muchos.
El humo era muy denso, las heridas de su cuerpo hacían que el cansancio aumenté y lo debilite.
No sabe cuánto tiempo ha estado buscando, pero al llegar a una habitación se topó con una escena desgarradora para el, solo una pregunta paso por su mente ¿Por qué?
La sangre impregnada en las paredes, cuerpos destrozados y sus túnicas manchadas de sangre, una vestimenta blanca pudo distinguir, aquella mirada perdida, aferrándose al cuerpo que se encontraba en sus brazos. La vida había dejado de florecer aquel cuerpo, siendo un simple cadáver del cual destrozaron a su antojo.
Una imagen que permanecerá en su mente por mucho tiempo.
El techo se derrumbó, llevándose a la única figura de autoridad que tuvo en toda su vida, desde que era un simple cachorro que estaba en la línea de sangre y armas.
El cuerpo en sus brazos era algo que no podía creer, debía ser un sueño, no... una pesadilla, pero no lo era, no lo era.
Un cruda realidad que no quiere aceptar, su mundo se sumió en oscuridad, la única luz que tuvo fue el fuego envolviendo aquella sonrisa que había permanecido en su vida como su única luz.
Una luz tragada por otra luz mas destructora, quedándose solo, solo en este vil mundo que lo había rechazado desde que tenia memoria. Se quedó solo con esta espesa oscuridad que envolvía su cuerpo y carcomía su mente a cada segundo.
¿Desde cuándo donde descansa la nube se volvió un lugar tan sombrío y deprimente?
La paz permanecía, pero la angustia lo estaba opacando ¿Qué es real y que no?
Una de las cuatro mejores sectas estaba en un punto que solo la gente del pueblo confiaban en ellos, que pudieran sanar sus heridas como en el pasado. Pero las cicatrices han vuelto abrirse, ya perdieron varias figuras importantes de tres de las cuatro sectas mas influyentes.
La esperanza estaba tambaleando en un fino hilo de seda, tan delicado y apunto de romperse.
Lágrimas de sangre recorrían su rostro, pidiendo perdón a sus antepasados por su incompetencia. Pero su alma estaba en un filo también, había sido destrozado en pedazos que es difícil reconstruirse.
Su cuerpo y su alma ya no pudo pudo más con esta calma, terminando con su vida, terminando con todo ese dolor, con todo ese sufrimiento.
¿Estarán felices ahora? Finalmente se ha rendido ¿Y que si es cobarde? No hay nadie en este mundo que llore por el
Destruyo a sus enemigos con el sufrimiento eterno del infierno, ¿Hay algo peor que la muerte?
La respuesta es sí.
La muerte solo te da un simple descanso en la oscuridad eterna, con la oportunidad de vivir una nueva vida.
¿No es mejor pagar tus pecados ahora? Que incluso en tu próxima vida seas perseguido por tus recuerdos como simples pesadillas.
Eso se responde solo
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