𝚀𝚞𝚊𝚝𝚛𝚘.

193 17 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝚈𝚞𝚗𝚑𝚘

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


𝚈𝚞𝚗𝚑𝚘.

¡Yunho! ¿Puedes ir al mercado a comprar fruta fresca para cenar, por favor?

¡Seguro mamá! Yunho gritó, saliendo de su pequeña casa que compartía con sus padres y dos hermanos.

Era un hermoso día. Sonrió al cielo, amando la sensación de la brisa en su rostro. Yunho tuvo suerte. Había nacido en una familia que estaba llena de amor y no se preocupaba por el dinero. Hicieron lo mejor con lo que tenían y siempre se aseguraron de que hubiera mucho para todos, incluso besos y abrazos.

Amaba a su familia y amaba su vida. Trabajó en una pequeña librería, preservando y protegiendo los valiosos textos que habían logrado sobrevivir tanto tiempo. Realmente, era más un museo que cualquier otra cosa. Nadie podía permitirse el lujo de un libro, sin mencionar el hecho de que la mayoría de la gente nunca aprendió a leer.

Yunho no podía, pero eso no le impidió admirar las palabras impresas y la sensación del papel entre sus dedos. Tarareaba para sí mismo mientras se dirigía al mercado. Varias personas lo saludaron y se encendieron al ver su brillante sonrisa.

La ciudad oceánica era grande y varios barcos se detuvieron para comerciar con los lugareños y abastecerse de suministros. Fue bueno para ellos porque eso significaba que siempre traían suministros frescos todos los días.

Yunho comenzó a recorrer los puestos, mirando todo con avidez y deseando poder llevárselo todo a casa.

Había tanta energía en el mercado que se encontró cantando un himno que le enseñó su madre. Varias personas sonrieron ante la canción. Era una oración a la diosa del mar Aurora, pidiendo buenas cosechas y protección contra los monstruos.

Estaba tan absorto en la canción que no se dio cuenta de que alguien se acercaba a él. No notó nada hasta que sintió un cuchillo presionando su garganta.

No hagas ningún ruido. Vas a venir conmigo, dijo una voz profunda detrás de él.

Yunho se congeló, sus ojos buscando a alguien que pudiera ayudarlo, pero la multitud se había mudado a una parte diferente del mercado.

𝙴𝚗 𝙱𝚞𝚜𝚌𝚊 𝚍𝚎 𝚄𝚝𝚘𝚙𝚒́𝚊 | 𝙰𝚝𝚎𝚎𝚣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora