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Autora:M-neko-chan [E.N].

Los personajes de Princesa Encantadora no me pertenecen, pero la historia es completamente mía y 100% original.

Todos los derechos están reservados a su autor, quién no permite que su obra sea utilizado o adaptada, sin su consentimiento.

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[Una moneda de Plata hizo la diferencia de una vida]
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Athanasia estaba consciente de todo lo que sucedía a su alrededor. Esos bastardos la miraban con morbo y perversión.

No había sido mandada a la horca como se le sentenció. Claude y Diana se habían lucido nuevamente.

—Eh aquí una mercancía única.

Uno de los nobles comenzó a anunciarla. Sin necesidad de ver podía sentir encima de ella la mirada de Claude llena de satisfacción.

—La princesa Abandonada del imperio de Obelia.

Ambos soberanos habían cambiado de opinión y decidieron acabar con su problema a fondo. ¿Qué mejor manera de vender a una bastarda en el bajo y corrupto mundo de su reino?.

—Tú, mercantil -lo llamó Diana-.

—Gloria y bendiciones a la luna de Obelia -el hombre se arrodilló para mostrar sus respetos a su emperatriz-.

—¿Cuál es el precio más bajo que han pagado por alguna de tus mujeres del harém?.

—Cinco monedas de plata emperatriz.

Diana y Claude se miraron cómplices y lugo asintieron. Athanasia no decía nada, los narcóticos en ella estaban a flor de pie por su sistema inmunologíco.

Estaba en un momento de debilidad ante todos nuevamente.

—Muy bien -Diana agitó su abanico- quién de una moneda de Plata por esta perra, se la llevará.

Aún si ya sabía que no la amaban no pudo retener las lágrimas, sus propios padres habían puesto precio por ella.

—Entonces es mentira que un hijo vale mucho para un padre.

En un pasado ellos fueron sus grandes tesoros, su vida y ahora...

—Bastardos...

Lucas solo miraba desde su lejanía junto a su esposa y...

Athan...

Su presioso Athan era retenido con la magia de sus progenitores para que este siquiera pudiera hablar o moverse.

Su carita estaba empapada en lágrimas mientras sus labios eran ferozmente mordidos por su boquita.

Su carita estaba empapada en lágrimas mientras sus labios eran ferozmente mordidos por su boquita

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