No podía quitar su nombre de mi cabeza. Kim Taehyung se había apoderado de un lado que desconocía de mí, una faceta que solo podía sentir bajo mucho esfuerzo y voluntad. La obsesión que sentía por tener al hijo de en ese entonces amigo de mi madre arriba de mí me provocaba escalofríos en la espalda y oleadas de calor en mis mejillas. Saber que había imaginado cosas frente suyo me hacía sentir como una delincuente (aunque no estuviera haciendo algún crimen) la sensación la tachaba estrictamente como prohibida y por ende mi inhibición.
Luego de aquella escena en la que él acarició mi rostro y me pidió disculpas de la manera más atenta posible, me escondí en el baño. Ya que la situación se salía de mis manos y desconfiaba rotundamente de mi vehemencia; estaba segura de que si bajaba la guardia cerca suyo nuestro intento de amistad podría arruinarse por completo. No era tonta como para no darme cuenta de que sus deseos eran los míos, y ese era mi problema. Tener a Taehyung deseándome era peligroso, ya que si yo intentaba algo más, él no intentaría detenerme sino más bien le daría la seguridad para animarme a hacer cosas de las cuales luego me arrepentiría.
Luego de darme una ducha, al salir me di cuenta de que me había demorado demasiado, pues oscureció. Cuando estuve segura de que estaba lista salí del baño con la toalla en la cabeza hacia la sala. Estando allí me arrepentía de no haber traído más ropa para abrigarme, no tenía calcetines adecuados y por lo visto había olvidado el pijama sobre la cama; ese día al volver a mi casa junto con Taehyung, fui demasiado rápida, no quise fijarme siquiera si había algún rastro de Jaehyun, solo tomé un bolso y metí lo primero que vi en mi armario, fueron quizás unas tres prendas de las cuales estaba segura me moriría de frío.
La sala estaba desierta, tan solo veía la chimenea encendida, sin embargo a pesar de que ese sofá junto a la susodicha chimenea eléctrica se veía tan cómodo y cálido, por inercia intenté buscar a Taehyung. Caminé hacia la cocina, ya que podía escuchar y sobre todo oler que algo venía de allí; el aroma era como sopa quizás, o carne asada, olía de maravilla y eso fue lo único que me permití pensar antes de que mi estómago se quejara. Me asomé por el umbral de la puerta ligeramente, observándolo desde mi lugar en silencio. Lo encontré de espaldas manejando un cuchillo sobre una tabla de madera, estaba cortando verduras de una manera tan adorable pues a pesar de su ardua concentración en su trabajo no podía ignorar lo que se estaba cocinando todavía a fuego alto. Era de cierta forma dulce verlo cocinar para nosotros, era como jaehyun...
—¿Necesitas ayuda? —pregunté acercándome un poco para que tan solo me viera detrás suyo. Se giró de un espasmo y negó con su cabeza rápidamente.
—No realmente... —mencionó bajando sus hombros con sorpresa. Me observó, fijándose en lo que traía puesto antes de intentar hablar una vez más; me acerqué en dirección a la estufa puesto que me generaba curiosidad lo que hacía. Él me siguió con la mirada hasta que estuve junto a él. Miré la sartén y sonreí, sería una horrible cena si seguía cocinando la carne con el fuego alto, de seguro se quemaría —Le dije Joohyun que nos trajera comida antes de llegar. —me dijo luego de que me viera bajarle la intensidad al fuego de la cocina. Taehyung parecía incómodo, algo perturbado, podría apostar a que era la primera vez en muchísimo tiempo que lo veía así, tan nervioso y aturdido. Le presté toda mi atención para que intentara decirme lo que sucedía, porque verlo tropezarse con las palabras y balbucear a mí me confundía.
Dejó el cuchillo sobre la tabla de cortar y me observó meciendo sus manos con notable nerviosismo. Miró a su alrededor antes de mirarme nuevamente, parecía pensar demasiado lo que quería decir, quizás el tiempo que le di a solas mientras estaba en el baño lo había hecho reflexionar algo que yo hasta el momento desconocía.
—Gaeri, yo... En serio lamento lo que dije, me comporté como un idiota contigo. No pensé en cómo te sentirías y sobre todo en tu estado, yo... No quise hacerte sentir peor de lo que ya te sentías —no podía dejar de pensar en lo adorable que se veía sintiéndose miserable por haber discutido conmigo, oírlo murmurar sin apartar su vista de mí era una faceta que ya conocía y que por supuesto recordaba como si fuese ayer. —Y lamento haberme acercado así hace rato, no estaba pensando realmente y si aún sigues molesta por eso yo... Creo que estarías en lo correcto, quiero decir... Yo fui el que te pidió que vinieras aquí conmigo, debería tratarte lindo como dijiste...
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𝑰𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑹𝒂𝒊𝒏 𝑻𝒐𝒈𝒆𝒕𝒉𝒆𝒓 | 𝑲𝒊𝒎 𝑻𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏𝒈 +18 ©
أدب الهواة•+18 | ¡Enjoy it! Una tarde bajo la lluvia, sus almas se reencontraron. Su silueta parecía, entre todas, la más oscura, la más herida. Proyectaba el gris del cielo y sus ojos la peor combinación de grises. Kim Taehyung llevaba consigo un pesado para...