Elinor se quedó sin nada después de la Segunda Guerra Mágica.
Ella fue solo otro combatiente, otra bruja, otra alumna más que peleó contra la oscuridad y ganó, pero perdió bajo la asombrosa sombra de Harry Potter. Ningún digno reconocimiento bajo su...
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"¡GRACIAS! SOY UN GRAN FAN... GRACIAS, ¡GRACIAS DE VERDAD!"
Había una teoría que alguna vez, cruzo por su mente. Ella pensaba que héroes con medallas, venerados de la Segunda Guerra Mágica fueron coronados por el nepotismo.
Claro, la mayoría de ellos murieron o fueron maldecidos o fueron marcados de por vida, pero los que sobrevivieron, ganaron gran regalos también.
Tomen a George por ejemplo.
La idea de Sortilegios Weasley se disparo exageradamente, especialmente por el apellido 'Weasley'. Él estaba por encima del término 'adinerado' y 'muy rico'.
Él tenía un cromo de las Ranas de Chocolate con su nombre y estaba sonriendo traviesamente sin una oreja en la foto.
Había libros escritos acerca de él. Estudiantes en el futuro les dolería la cabeza por la cantidad de historia que tendrán que memorizar en: Historia de la Magia e Historia de la Magia II.
Cada vez que él hablaba acerca de los viejos tiempos, Elinor entendía, porque las personas alrededor suyo eran tan conocidas. Si las posiciones cambiaran, él no lo entendería para nada, a pesar de todo, porque su grupo de amigos eran otras figuras sin cara dentro de todo el gentío.
Él se convirtió en una leyenda caminante, y todo comenzó con la llegada de los Weasley a King's Cross justo en el tiempo correcto, en el primer día del primer año de Harry Potter.
Al principio, Elinor le restaba importancia. Después de todo, era un pensamiento egoísta. Ella estaba muy al tanto de eso. Trato de respetar su popularidad, lo cual él se la merecía después de haber sufrido tanto.
Pero se volvió menos y menos tolerable cuando un pequeño grupo de personas empezó a acercarse a su mesa, pidiendo un autógrafo del gran George Weasley. Ella se alejo un poco haciendo que estuviera presionada completamente a la ventana y trato de comer lo mejor que pudo, dejando que George lidiara con toda la atención por sí mismo.
De todos modos, ninguno le dio una mirada a ella.
Finalmente, ella bajo sus cubiertos.
"Permiso."
George paro de reírse por la broma de algún joven mago y la miro. "¿A dónde vas?"
"Baño."
"Está bien."
Elinor se movió entre la gente y cambio de camino, yendo hacia la salida en cambio.
Solo quería correr lejos de George y su grupo de fans, pero después de respirar en alivio durante algunos segundos, Elinor se encontró sintiéndose vulnerable, de pie en la mitad de una calle, sola y sin varita.
