Elinor se quedó sin nada después de la Segunda Guerra Mágica.
Ella fue solo otro combatiente, otra bruja, otra alumna más que peleó contra la oscuridad y ganó, pero perdió bajo la asombrosa sombra de Harry Potter. Ningún digno reconocimiento bajo su...
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"¡ELLA ESTA AQUÍ! ¡ELLA ESTA AQUÍ! COOL, COOL, COOL."
"Babe, tú tienes que calmarte." Cameron pasó sus manos por los brazos de Ezme para calmar sus nervios.
"Okey..." Ezme suspiro. "Okey."
Ella miro a través de la ventana y vio a George haciendo lo mismo que hizo Cameron pero con Elinor antes de caminar lentamente hacia las escaleras.
Ezme abrió la puerta antes de que Elinor o George pudieran golpear la puerta.
Paso casi un minuto mientras las dos chicas se veían a los ojos.
Lo primero que Ezme inmediatamente noto fue la complexión de Elinor. Ya no estaba pálida como un fantasma como ella recordaba en la UCI. Incluso había un poco de rojo en sus mejillas.
Y entonces ella noto una cesta de pasteles de chocolates siendo fuertemente agarrada por ella.
Una chaqueta que ella reconoció como la de George encima de sus hombros.
George estaba vestido con una camisa de manga larga con puntos y una chaqueta marrón.
"¡P... pensé de que la estabas cuidando bien, George!" Bielle fue la primera en hablar. "¡Mira a mi hija! ¡Se ve como si hubiera perdido mucho peso! Ven aquí, Ellie."
Bielle tomo por la cintura a Elinor y gentilmente la guio hacia la mesa del comedor. Una diversidad de comida sana estaba hermosamente colocada sobre ella; tostadas, una pila de panqueques, croissants, ensalada, waffles, frutas, omelettes, una jarra de jugo de naranja, y otra jarra mas de mix de berries... Un girasol en un florero como el centro de mesa.
"Siéntate." Bielle ordeno cortamente mientras tomaba asiento al lado de Elinor. "Siéntate."
Ella siempre era así. Cortante, dura, regañando, pero secretamente se preocupaba. Elinor sabía que su mama hizo todo esto ella misma. Lo sabía porque cuando ella le dieron de alta del hospital, hace tres años, ella cocino lo mismo.
Elinor mordió el waffle temblando...
...y empezo a llorar.
Estaba muy ocupada siendo egoísta, tratando de mantener sus secretos que nadie sabía, que ella se olvido lo mucho que en serio extrañaba a su familia adoptiva. Como ella se sentía que estaba en deuda con ellos. Cuanto en serio, en serio amaba a su familia.
Elinor sintió una mano acariciando su hombro y se volteo para envolver a Bielle en un abrazo.
Ella era un desastre de lloriqueos, lloriqueos e hipos... una mezcla de todas esas cosas que la distinguida mujer francesa odiaba, pero después ella devolvió el abrazo con toda su fuerza.
