Elinor se quedó sin nada después de la Segunda Guerra Mágica.
Ella fue solo otro combatiente, otra bruja, otra alumna más que peleó contra la oscuridad y ganó, pero perdió bajo la asombrosa sombra de Harry Potter. Ningún digno reconocimiento bajo su...
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"¡GEORGE! GEORGE, OH POR DIOS, ¿ESTÁ ELLIE AHÍ?"
Escuchando el tono histérico, George sintió que su corazón paraba. Miro la pantalla de su teléfono muggle para estar seguro de que era en efecto la atrevida y juguetona Ezme Rousseau.
"¿H... hola? ¿Ezme?"
"¿ELINOR ESTA CONTIGO?"
Los ojos de George se abrieron mientras empezaba a entrar en pánico. "¿Elinor? No, no está aquí. Yo estoy en el trabajo. ¿Qué paso?"
Escucho quejidos incoherentes y alaridos dolorosos. Tomo algunos segundos de susurros, un golpe seco y estático hasta que Cameron agarro el teléfono. "¡¿Hola?!"
"¡Sí! Hola, ¿Qué paso? ¿Qué es? ¿Algo está mal? ¿Dónde está Ellie?"
"¡¿Por qué no viniste y la visitaste en estos dos días?!"
"¿Huh?" George frunció el ceño. "Le estoy dando espacio. ¿Qué está pasando?"
"Se ha ido, Weasley."
Todo; su corazón, su mente, el alboroto que hacían los niños al probar su mercancía, Verity gritándole a Jill y Kara, el cha-ching del cajero se detuvo. Su visión y su audición pararon de funcionar. Por algunos segundos olvido como respirar. Como vivir si Elinor no estaba viva junto con él.
"Nadie sabe cómo, pero se escapo de la Unidad en la noche."
George suspiró en alivio. Se sentó en el mesón más cercano, sintiendo las lágrimas. No está muerta... No está muerta.
"Le dijimos de su cirugía y cuando la dejamos para que pensara, ella se esfumo. Dejo su billetera, su teléfono, sus medicamentos... Hemos estado conduciendo por la ciudad, esperando encontrarla, pero no pudimos. Y cuando llegamos a casa..." Cameron suspiró. "¿Sabías que había escrito cartas?"
"¿Cartas?" George repitió.
Cameron leyó, "Querido Cameron, lo siento que tuviste que haberle mentido a Ezme y a mis padres. Mama está en lo correcto, no puedes mentir. Tú apestas. Pero estoy agradecida por haber tratado lo mejor de ti y por estar en mi vida durante estos tres últimos años. Siempre quise un hermano, sabias. Por favor continúa cuidando a mi familia adoptiva. Has hecho un gran trabajo. ¿No crees que esto es, como, una carta de despedida? ¿O una nota suicida?"
"¿Sigue desaparecida?"
George se apresuro y corrió hacia Verity, quien estaba ocupada por un par de gemelos que saltaban por todos lados, no tan lejos.
