Elinor se quedó sin nada después de la Segunda Guerra Mágica.
Ella fue solo otro combatiente, otra bruja, otra alumna más que peleó contra la oscuridad y ganó, pero perdió bajo la asombrosa sombra de Harry Potter. Ningún digno reconocimiento bajo su...
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Elinor paro de beber de su botella y miro a George. "¿Huh?"
"¿Te vas a cuidar? ¿Vas a hacerte la cirugía muggle?"
Ella paró por algunos segundos antes de decir. "Estoy pensándolo. ¿Dónde está tu familia?"
"Están esperando en la plataforma. Ven."
Eran un par de minutos antes de las diez y punto y la estación estaba llena de gente. Elinor recuerda estar parada donde ella está actualmente con once años, agarrando las manos de sus padres. Sus ojos viajaban entre la pared de ladrillos que estaba entre la plataforma nueve y diez, y en ese mismo momento, ella vio una pequeña niña con una bufanda de Gryffindor desaparecer en esa pared, seguida por su padre.
Se preguntaba como nadie vio la desaparición cuando en ese momento era de día. Seguramente una cámara de seguridad estaba justo encima de ellos observando al público. ¿Cómo todavía nadie se había dado cuenta del mundo mágico?
"Actúa normal." George susurró y la guio.
Elinor le tenía más miedo a estar perdida en un grupo de personas que enfrentar la plataforma mágica, así que se apresuro siguiendo a George. Justo antes de que se golpeara con la que parecía una solida pared de ladrillos, Elinor cerró los ojos.
Abrió sus ojos cuando ella se golpeo con algo solido, la cual era la espalda de George.
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Un tren rojo estaba esperando justo a lado de la plataforma llena de gente. Un letrero desde arriba decía Hogwarts Express, diez y punto. Atrás de ella había un letrero de metal con las palabras Plataforma Nueve y Tres Cuarto en ella.
Elinor sentía algo presionando contra su pecho.
Había pasado tanto, tanto tiempo desde que ella había puesto un pie en este lugar.
