Capítulo 40

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Natalia's POV:

Mi pie atravesó el espacio que ocupaba el marco de la puerta, entré al lado de Alba, cruzamos el pasillo de la entrada y a la derecha se encontraba la cocina, en ella preparando los últimos detalles de la cena de encontraba la madre de Alba, estaba cortando unos ajos en la isla que tenían en mitad de la cocina.

– Buenas noches - dije alzando la mano en forma de saludo y sonriendo, lo que más deseaba era dar una buena imagen para que no pensara que su hija estaba con una delincuente.

La madre de Alba dejó el cuchillo sobre la isla y me sonrió de vuelta.

– Buenas noches, es todo un placer conocer al fin a la persona que hacía sonreír tanto últimamente a Alba, por que eres tú ¿no? - me giré un poco para mirar a la rubia la cual estaba roja como un tomate y haciéndole gestos a su madre para que rebajara su sinceridad.

– Pues si le soy sincera espero que sí que sea yo - Alba me dio un codazo y yo emití un "auch" mientras me sobaba levemente el brazo con una sonrisa por su gesto.

– Alba por dios no seas bruta - Dijo su madre, cosa que me hizo sentir muy ¿en familia? No se es raro.

– Perdón sargento - su madre rio y Alba se acercó a ella para abrazarla por la espalda mientras cortaba los ajos muy concentrada. - por cierto mamá ¿y papá? - su madre le señaló con la cabeza una puerta que se encontraba a la derecha de ella, la más bajita le dio un beso a su madre en la mejilla y se fue en busca de su padre.

La madre de Alba mi miró y me señaló que me acercara a ella y eso hice, me acerqué un tanto tímida y cortada a pesar de ser todo lo contrario, una suegra intimida bastante.

– Perdón por no presentarme, soy Rafaela - me dio dos besos muy sonriente y después fue a dejar el cuchillo en el fregadero ya que había acabado de cortar los ajos.

– Encantada Rafaela, yo soy Natalia, Natalia Lacunza - miró hacia atrás sobre su hombro para mirarme.

– Un nombre y un apellido preciosos - volvió al lado mío y me llevó a la mesa para sentarse junto a mí.

– Muchas gracias, igualmente - Ella rio.

– Conque te sabes los dos apellidos de Alba, no? - esta vez reí yo.

– Eso Alba no lo sabe, pero sí, lo sé. - hice una pausa - aunque Alba antepone su apellido al de su padre, al menos a mí se me presentó como Reche y no como Martínez - Rafaela sonrió.

– He de decir que es todo un orgullo, pero espero que su padre no se entere - ambas reímos y mientras tanto se abría la puerta por la que había entrado Alba, me miró y me dijo - hablando del rey de Roma...

– ¿Qué os hace tanta gracia eh? - preguntó Alba en tono chulesco.

– Tu madre, que al parecer no has heredado su humor - me lanzó una mirada asesina y su madre rio.

– Que buenas migas habéis hecho a mi costa eh - nos miramos y rodamos los ojos.

– No digas eso hija - Dijo para luego reírse de nuevo y hacerle un gesto para que se sentara a su vera.

– Siento que he perdido puntos con la chica por que me has cogido ventaja Rafaela - Dino esta vez su padre para acercarse a la mesa - Yo soy Miguel, encantado de conocerte Natalia, Alba me ha hablado mucho de ti - sonreí.

New Age - albaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora