EL PACTO

CONDENA

POV ITACHI

Después de esa noche que besé a Sakura, para mi estaba más que claro que no solo me atraía fisicamente sino que me había enamorado, lo cual era increible y aún más el saber que ella me correspondía, pero sabía que estaba mal lo que estábamos haciendo, ella mereceía mucho más, ella era un ser bello e inocente, no quería mancharla con mis manos, mi piel y mi reputación, quería que fuera feliz y probablemente yo jamás lo haría, aunque deseaba hacerlo en verdad al igual que deseaba que sus risas, sus labios, su voz, sus miradas, caricias, todo fuera para mi y darle todo lo que un hombre puede darle a una mujer. ¿Cómo un asesino podría darle todo eso a un ángel? Yo era su protector y de quien más tenía que protegerla era de mi.

Cuando la vi dudar en la cama y escucharla decir que era virgen, mi razón regreso a mi de forma veloz, recapacite en cuanto a lo que iba a hacer y con quien, me deje llevar por el deseo, la pasión y el alcohol no ayudo, me quite rápidamente de ella, saliendo de la habitación sin reparar a sus suplicas, ¿fui un tonto? O ¿fui cobarde? Tal vez ambos, pero la cobardía tambien puede ser un acto de amor y valentía en el momento correcto o es solo una simple justificacion  a un tonto como yo, todo depende del cristal con que se mire.

Después de ese día, tenía miedo de enfrentarla, de ver como en sus ojos se marcaba el rencor, el cual yo merecía, tomé todas las reuniones que traté de aplazar en el exterior los últimos meses, tenía que estar lejos de ella, me fuí sin despedirme, quería que me odiara por haber sido cruel y abandonarla, sí, debía olvidarla.

Todos los días hablaba a mi personal, para que me dijeran como estaba ella, que hacía, con quien salía, mi preocupación era mayor cuando estaba lejos de casa, el no poder estar ahí y protegerla me atormentaba constantemente..

Los últimos días de mi viaje, después de tanto tiempo fuera, por fin iba a regresar a casa y  vería a Sakura, estaba emocionado no lo podía negar,  en todo el largo tiempo no pude olvidarla ni un momento, ya estaba por rendirme y regresar a ella y pedirle que fuéramos felices, que lo intentaremos y no fue hasta que entonces que me habló,aquella mujer que había enterrado en el pasado, que había olvidado y superado, Izumi, estaba ahí parada frente a mi como si no hubiera pasado el tiempo, como si siguiera siendo aquella mujer que me ame profundamente.

-Itachi ¿eres tú?- mientras me miraba con los ojos muy abiertos y sonreía.

-Izumi, no puedo creerlo¿ Qué haces aquí? Tiene un siglo que no te veo- dije perplejo, tenia años que no la veía, parecía más adulta pero con la misma belleza que la caracterizaba.  

-lo mismo digo, vine por negocios, mi padre es dueño de la compañía Hitamura, me dijo que haría convenios con una empresa pero no sabía que era la tuya.- dijo.mientras se sentaba en la silla que estaba frente mio.

-Así que ¿tú estás a cargo de la empresa?- dije

--sólo por el momento, en lo que mi padre regresa de hacer negocios en el exterior.- mientras me sonreía de manera sensual.

-entiendo, pero realmente estoy confundido, tu padre  me mando un comunicado,  de que quería verme y platicar sobre unos negocios, aunque no me dijo que era él, uso otro nombre, porque de haberlo sabido..- dije

-no hubieras venido, ¡¡ay Itachi!! Eres taaan predecible, que hasta mi padre sabe hacerte venir, efectivamente tiene un trato muy bueno para ti y tú empresa y antes que te niegues escuchala primero- me dijo mientras me entregaba una carpeta.

Después de leerla detalladamente, era una buena oferta pero la condición me habia hecho desistir.

-¿En serio? Darnos una segunda oportunidad después de todo lo que has hecho?- estaba molesto, ¿qué clase de broma era esta?