EL PACTO

IZUMI

Parecía mentira todo lo que había sucedido, la velada fue hermosa, nos la pasamos genial pero de repente todo se había esfumado, no sabía por donde comenzar, mi mente daba un millón de vueltas, no pude dormir pensando en todo lo que sucedió y pudo suceder.

De mala gana me levante, no quería ver a Itachi, estaba herida, avergonzada, enojada por todo lo que sucedió y de cierta forma lo que menos quería hacer era afrontar la realidad del daño emocional.

Baje la escalera cuidadosamente, si era necesario escaparía velozmente por la entrada principal, pero no vi a nadie lo cual me dio mucha tranquilidad, desayune algo ligero y me fuí directo a la escuela.

Todo estuvo igual que siempre en la escuela, ¡aburrido!, aunque Ino trato de animarme, pero no pudo, mi depresión era tanta que no podía pensar en otra cosa que no fuera esa noche. Lo que menos quería era llegar a la casa y verlo de frente por lo que hice tiempo de irme a caminar por el parque central de Konoha.

-Sakura?- escuché detrás mio.
-Hey Sasori,¿ cómo has estado?- no quería platicar con él, pero tampoco quería ser grosera.
-bien y tú? Es graciosos que te encuentre siempre de formas misteriosas, no vayas a pensar que te estoy acosando o algo por él estilo.
-claro que no.-me reí fuertemente- se que te gusto y por eso me estás siguiendo-bromeé.
-ja, que graciosa. ¿Qué haces?- decía mientras se sentaba a lado mio.
-admirando la naturaleza.- dije mientras veía el lago.
-sí, es muy hermoso apreciar cada bello detalle que la vida nos brinda.
-lo sé

No se cuanto tiempo estuvimos ahí, sin hablar sólo viendo y escuchando lo que nos podía ofrecer el entorno, Sasori era reconfortante aunque no había dicho una sola palabra durante ese largo tiempo, pareciera como si hubiera entendido mis sentimientos a la perfección.

-Quires ir a cenar algo?- por fin dijo

No tenía hambre, pero sentía que si decía que no sería grosero de mi parte, por lo que acepte, fuimos a un restaurante cercano, era pequeño pero se sentía familiar.

Pasamos unas cuantas horas ahí, comiendo y charlando, aunque estaba deprimida por Itachi, gracias a este guapo Pelirojo, se me estaba olvidando.

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Habían pasado seis meses desde lo de Itachi, después de esa noche no lo había vuelto a ver o hablar con él, salió de viaje a Shangai y ni siquiera se había despedido, eso hacía que lo que había pasado entre nosotros era aún más humillante y doloroso.

Era un sabado y yo estaba arriba en mi cuarto haciendo tarea, cuando escuché tumulto abajo en la sala, salí de mi cuarto para saber de que se trataba, cuando entrando al cuarto me topo de frente a Itachi y junto a él una mujer joven, muy hermosa, mientras veía que ella se acercaba a Itachi y lo abrazaba por los hombros y le daba un beso en la mejilla, fue una acción rápida pero que no me paso desapercibida, al ver todo eso  supe que algo estaba pasando y me lo había perdido, no actuaban como si de una amistad se tratase sino era algo diferente y aunque él no le correspondía, tampoco era indiferente con ella. 

Me quedé estática  frente de ellos sin saber que decir o hacer, estaba muy aturdida la verdad como para siquiera respirar, fue entonces cuando ella volteo y camino hacia mi con la mano extendida. 

-Hola, tú debes ser Sakura, Itachi me hablado mucho de ti, mi nombre es Izumi, es un placer conocerte, soy una amiga de la familia- decía con una sonrisa torcida, mientras me miraba de arriba abajo, su actitud parecía ser amable, pero en el fondo sabía que no lo era.

Tomé su mano y la estreché contra la mia.

-Izumi no seas tan modesta; molestía ella es la novia de Itachi y amiga de la familia desde hace ya varios años. - me dijo Sasuke.

Casi se me cae la boca al piso, estaba sorprendida, horrorizada, enojada, herida y un millón de cosas más, no sabía que decir o que hacer. Lo unico que hice fue ver a Itachi a los ojos pero él me miro fríamente sin inmutarse, entonces entendí que era cierto.

Traté de no demostrar lo herida que estaba, me aguante las ganas enormes de llorar, traté de despedirme rápidamente, seguro me veía terrible, no tenía maquillaje, estaba desvelada y sumado a eso la noticia no es como q me haya sentado bien.

Casi corrí para subir a mi cuarto, el unico refugio seguro que tenía en ese momento, no sé cuanto tiempo estuve arriba, pero cuando decidí que era lo suficientemente fuerte para bajar y mandar al carajo todo, me bañé, me arregle y baje. Esto no me iba a detener, no le daría el gusto de humillarme una cuarta vez.

Cuando baje, ya se encontraban los amigos de Itachi estaban ahí en la sala platicando muy amenamente con ella, seguro tenían años conociendose, por lo que veía habían sido bastante cercanos.

-Sakura-dijo Sasori casi gritando mientras me lanzaba una sonrisa y se levanto para saludarme.

Salude a todos, pero estaba muy incomoda, ella me miraba mientras me lanzaba una sonrisa y tomaba del brazo a Itachi ni me.miraba y los demás no se daban cuenta de lo que pasaba.

Me tuve que excusar, porque ya era demasiado para soportar, quería salir de ahí en ese preciso instante.
-yo te acompaño, se ofreció Sasori
-No, estoy bien, ustedes disfruten su velada, me paso a retirar, Izumi, me dio mucho gusto conocerte y espero que te sientas en casa.

Me fuí rápidamente, no quería ni siquiera escuchar lo que ella tuviera que decir.

Cuando estaba llegando a la puerta alguien me tomó ligeramente del brazo. Tenía miedo y esperanza que fuera él, pero no, de hecho no me sorprendía que de nuevo fuera Sasori, él se preocupaba más por mi que Itachi mi supuesto guardián y protector.

-ya es algo tarde Saku, dejame llevarte a tu reunión, prometo no quitarte nada de tú tiempo-dijo

-No, no, estoy bien tú ntp, yo puedo ir, además aquí hay chofer las 24 hrs también puedo pedirle a él el favor..- le dije mientras sonreía.

-Segura? Me preocupa tu bienestar, eres una chica hermosa no faltará el estúpido que quiera sobrepasarse contigo y eso me tiene intranquilo. - con cara de preocupación.

--estaré bn, muchas gracias por preocuparte.- le dije mientras me despedía con la mano.

Me aleje caminado de la entrada,comencé a llorar de nuevo cuando ya estaba lo suficientemente lejos.
Quería regresarme con mis padres, pero sabía que era imposible, por más que quisiera, además no quería preocuparlos con mis tonterías de niña.