Después de algunos días de asimilarlo y perdonar a sus padres, poco a poco fueron llevando sus cosas a la mansión Uchiha la gente que trabajaba para Itachi, sólo llevaba ropa, libros, objetos personales, cuadros etc. Uno día antes de concluir con la mudanza estuvo toda la tarde con sus padres en el restaurante, no podía evitar sentir tristeza al saber que ya no estaría ayudándoles ni escuchando los chistes de su padre o los enojos de su madre al considerar a su padre un infante; se le hizo un nudo en la garganta pero se prometió no llorar, no servía de nada ni cambiaría el pasado.
Sábado en la mañana. Ya era la hora para irse a vivir a la mansión, estaba muy nerviosa no sabía que esperar,estaría sola en un lugar desconocido, con gente desconocida. Recorrió su cuarto por última vez y bajo a la sala de estar para esperar a que alguien pasara a recogerla, su madre estaba llorando, su padre estaba serio y lleno de preocupación, pero ella sonrió, los abrazo y trato de tranquilizarlos, diciendo que todo estaría bien, que ella había decidido ir con el, que además podía visitarlos los fines de semana.
A los poco minutos tocaron la puerta. Toc toc..... toc toc.... Ok creo que ya es hora- dijo Sakura. Abrió la puerta y encontró a quien sería su chofer. Te amamos y perdona lo que hemos hecho por favor- dijo su madre llena de lagrimas Sakura abrazó a su madre y a su padre y subió al transporte que los llevaría hasta las afueras de konoha. Sus padres se quedaron en la puerta hasta que se no se vio más su hija.
Después de 3 horas de camino llegó a la mansión Uchiha. Wooooo es increíble, una casa muy bella, es lo más grande, majestuoso y lujos que he visto jamás.- Dijo Sakura a su acompañante de 3 horas. -Adelante, por favor- menciono el chofer. Si por fuera era preciosa por dentro no tenía comparación era muy estilo japones pero con toques modernos y la decoración aún más impresionante, jardines inmensos y un paisaje tranquilo y pacífico lleno de árboles, si que era un paraíso.
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El ama de llaves llamada Sayuri, le dio la bienvenida y le mostró toda la mansión, donde tenía permitido entrar y que reglas tenía que acatar y algunos datos interesantes de la convivencia en esa casa. --tenía las llaves de acceso de entrada de la casa, pero le sugería que llegará antes de las 11 porque al sr. Itachi no le gustaba dejar abierto los portones para acceder a la mansión y por lo general a esa hora se cerraban. --había horarios específicos de comida, pero que ningun miembro del clan comía dentro de la casa o al menos no entre semana. --tenía prohibido entrar a la recámara de Itachi --como la familia Uchiha aún era un poco tradicionalista, debería usar dentro de la casa kimonos -ella no debía hacer ningún tipo de limpieza ya que por eso existían personas que lo harían y estarían a su servicio. Lo cual le parecía muy extraño y nuevo la clase de atención que le era prestada. -por último la llevó a su recámara que se encontraba en la segunda planta junto con la de Itachi y otra habitación del miembro más joven de los Uchihas.
La habitación era grande con un cama enorme, una pequeña mesa con una lampara y dos sillas, a los lados de la cama unos pequeños búros, una alfombra blanca. Se veía una influencia muy occidental y por lo que se había enterado sakura es que a Itachi le encantaba visitar Francia, Italia etc. Le encantaba la modernidad y las decoraciones diferentes a las japonesas.
Terminó de acomodar sus cosas que no había desempacado y se acostó en la mullida cama, en todo ese tiempo no había visto a nadie de la familia Uchiha, recordó lo que le dijo el ama de llaves, que sólo quedaba Itachi y Sasuke como herederos y habían quedado huérfanos hace algunos años. Ese fue el único pensamiento que tuvo hasta que se quedo profundamente dormida.
