Capítulo 3: AMISTADES

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Me despierto con el sonido de la alarma, había sido una buena noche, dormí casi 4 horas seguidas, cosa que no era normal en mí.

Salgo de mi habitación y camino hacia la cocina en busca de algo para desayunar, pero me llevo una sorpresa, hay un plato de comida esperándome en la barra de la cocina.

"Es lo menos que podía hacer, gracias por recibirme en tu casa.

PD. Fui a comprar cosas, no tienes nada en la alacena, rata"

No pude evitar reír al leer esa nota, me había preocupado de ordenar y limpiar todo, pero nunca pensé en el pequeño detalle de la alacena vacía, no suelo comer en mi casa.

Aprovechando que Aro no estaba me puse a editar y subir el video de hoy, no estaba seguro de si haría o no directo aun.

Una vez termino de publicar el video camino a mi habitación, Aro sigue sin llegar y ya estaba comenzando a preocuparme, tal vez se perdió entre las calles de Madrid.

Justo en ese momento alguien toca el timbre de la casa, probablemente sea Aro, joder, olvide darle un juego de llaves, no sé cuánto tiempo se quedaría aquí pero de esa manera sería más cómodo para ambos. Me dirijo hasta la puerta principal y abro, ahí estaba ella.

-Buenos días, bello durmiente, ¿Viste mi nota? –Saludó sonriendo

-Sí, muchas gracias por el desayuno, estaba muy bueno –Respondí de la misma forma

-No es nada hombre, tú haces la comida –Dijo ella

-En ese caso vamos a comer en un restaurante, más allá de bocadillos y cereales, no se cocinar –Contesté y lo decía en serio

-Joder Alejandro, tienes 22 años, no puede ser que no sepas hacer nada más

-Pues... se hacer patatas –Reí

Guardamos las cosas que Aro había comprado en el supermercado y conversamos, es interesante como a veces no sabes que tanto extrañabas a una persona hasta que la vez de nuevo, cuando pasas tanto tiempo sin alguien a veces olvidas lo mucho que te hacen falta en tu vida.

Y eso es exactamente lo que me pasó con Aroia, por más que yo era consciente del cariño y la amistad que teníamos, ya se me había olvidado lo importante que ella era para mí.

La extrañé muchísimo.

El tiempo pasó bastante rápido, pronto era hora de comer, así que decidí cumplir con mi palabra e ir a comer a algún restaurante, no tenía ni idea de a dónde, pero eso haríamos.

-¿Ya estás lista? –Pregunté mientras tocaba la puerta de su habitación

-Espera, que ya solo me falta cepillarme los dientes –Respondió ella

-Vale, te espero en la puerta –Dije, probablemente no tardará más de 2 minutos

Pero estaba equivocado. Media hora. Media. Hora. 30 malditos minutos esperándola en la puerta de mi casa, no sé cómo es que ella se cepilla los dientes, pero dudo que lo esté haciendo de la manera correcta.

Después de esa larga espera, por fin pudimos salir de mi casa, caminamos en busca de algún restaurante, a pesar de conocer a Aro hace muchos años la verdad no sé muy bien sus gustos, así que planeo esperar a que ella diga algo.

Y de alguna manera, unos cuantos minutos después acabamos en un Burger King. Ahora entiendo porque me cae tan bien.

Entramos al lugar y ordenamos nuestra comida, realmente teníamos gustos muy parecidos.

Entonces mi móvil comienza a vibrar en mi bolsillo, una llamada de Rubén.

-¿Hola? –Respondo

𝐀𝐅𝐄𝐑𝐑𝐀𝐑𝐌𝐄 𝐀 𝐓𝐈... || 𝐀𝐑𝐎𝐗𝐁𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora