CAPITULO 2

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Il Woo observó que su amigo permanecía ensimismado en su asiento después de la junta larga y pesada. Se había sorprendido que Min Ho hubiera resistido los argumentos tediosos de los accionistas y, curiosamente, no lo vio afectado por la gran disputa de la mañana con Suzy.

Sabía que todo ello se debía al frágil amor entre ellos dos, pero Suzy era tan persistente cuando se proponía algo, aunque eso implicara poner en una posición lamentable a Min Ho.

Le daba pena que él se refugiara en una relación con Tn, a quien no le correspondía en sus sentimientos; sin embargo, no podía cuestionar sus decisiones siendo el buen amigo que siempre mostraba ser; solamente optó por apoyar a la chica en las sombras.

Su hora de comida había llegado, por lo que decidió ir a uno de los restaurantes más cercanos y no imaginó que Suzy se encontraría afuera del edificio. Chocó contra ella, la miró un poco confuso porque sabía qué tan mal terminaban sus discusiones y, para colmo, él terminaba en medio de éstas.

Su mala suerte lo perseguía cada que se cruzaba con la despreciable ex de su amigo. En un principio, había visto a través de ella y advirtió acertadamente, en su momento, el peligro que significaría para Min Ho; desafortunadamente, jamás lo escuchó.

—¿Esperas a Min Ho? —preguntó con recelo.

—Aguardaré aquí hasta que baje —cortó tajante.

—No va a salir —señaló dando media vuelta y avanzó unos pasos, enseguida se detuvo—. Y, además, preciso decirte que te alejes de él. No lo lastimes más —indicó con voz fuerte, sin mirar atrás.

No esperó a que la mujer hablara y continuó su camino.

—¡¿Acaso te gusta?! —escuchó que gritaba con ira—. ¡Entonces ve a conquistarla, no seas un cobarde! ¡Comprendo que no te atreves por Min Ho y sabes que no la ama como a mí; esa ocupa mi lugar porque está dolido! ¡Estoy completamente segura que regresará a mí!

Y lo peor de todo el asunto, ahora a él lo insultaba. Al parecer, Suzy estaba demasiado asustada, ya que nunca le había levantado la voz a Il Woo. Entendía sus sentimientos, pero no le daba derecho a agredirlo de aquella manera. Fastidiado con los gritos de Suzy, apretó el paso para alejarse con rapidez. Reconocía la desesperación de ella, y ese chantaje no funcionaría en él.

—Ingrata mujer —murmuró bajando la velocidad de su caminata al asegurarse que estaba lo suficientemente lejos de ella, y cerca para que lo oyera—. ¿Acaso no ves que es demasiado tarde para regresar a él? Tn sólo me causa lastima. Es más, prefiero enamorarme de ella que de una mujer como tú —murmuró fastidiado por la situación.

Y decía la verdad. Tn era como una hermana para él porque le parecía que tan pura y fácil de dañar. No podía negar que su fortaleza era un punto fuerte en ella, y, al ver esa parte en la muchacha, le dio todo su apoyo y, en Il Woo, no había la clase de amor que todos creían ver, todo se originó al mostrar su caballerosidad, como si ser así fuera un defecto y no una virtud. Percibir el sufrimiento de Tn todos los días, lo hería mucho, igual que ver a cualquier mujer en la misma situación; sentía empatía hacia ella, algo distinto al amor, incluso, podría considerarlo un amor fraternal, pero jamás lo diría en voz alta.

—Señor Lee —el gerente interrumpió los pensamientos de Min Ho—. La señorita Bae solicita una reunión con usted.

—Por favor, dígale que tengo mucho trabajo. Que agende una cita con la secretaria —pidió sin dejar de revisar los proyectos que evaluaba.

—Sí, señor Lee.

—¿Y el señor Jung está en su oficina?

—Acaba de salir a comer —informó el gerente.

AMOR INCONDICIONALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora