Epílogo

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Han pasado varios meses desde esos acontecimientos.

Durante ese tiempo, disfruté de unas solitarias y largas vacaciones. 

Y cuando empezaron las clases, decidí tomarlas en línea, para tener que evitar salir de mi hogar, lo cuál fue una sabia decisión.

Gracias a estar en casa, logré sobrevivir una invasión de Duendes Verdes....

Pero sí que había pasado mucho tiempo solo...

Siempre que salía a las calles, un montón de gente se burlaba de mí y me criticaba. Era de esperarse, fingí ser el Hombre Araña y casi muero por eso... aunque no me afecta mucho...

Había hecho lo correcto, o eso creo...

No he vuelto a hablar o a ver a Emma en todo este tiempo...  creo que me odia. 

Supongo que es el peso de las consecuencias por haberle mentido todo este tiempo. 

Mis notas mejoraron, aunque no es mucho decir. Aún así, trato de esforzarme más en la universidad para poder aprobar todo bien... o por lo menos, pasar con las justas...

— Que pesado... — decía, mientras me estiraba en mi silla.

Era un dolor de espaldas estudiar en mi casa, pero al menos nadie se burlaría de mí.

Volteé mi cabeza y miré por afuera de mi ventana. Parecía que, inconscientemente, estaba buscando ver aparecer al Hombre Araña en el cielo...

Después de que una persona como yo haya entregado el traje... se siente como el mundo fuera de mi ventana se alejara más y más...

Solté un gran bostezo y me dispuse a seguir estudiando, pero entonces... una sombra tapó la luz del sol.

Era demasiado grande para ser una paloma.

Me di la vuelta y lo vi. Era él. 

El Hombre Araña.

— Hola — saludó el héroe, entrando a mi habitación.

— ¡Hombre Araña! — dije sorprendido, mientras caía al suelo.

— Espero que eso no te deje marca — dijo.

— No, yo... woah... estas aquí...

— Por supuesto que sí — me dijo, apoyándose en la pared — ¿Yu? ¿Cierto?

— Sí... sí, soy yo...

— Hola, ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos...

— Creo que me desmayé...

— Sí, es verdad... lamento eso, fue mi culpa esos desgarres...

— ¡¿Qué?!

— Nada, nada...

Ambos quedamos en silencio. Estaba justo enfrente mío. Mi héroe. Aquél a quien admiraba... y no podía hacer nada más que sentirme mal...

— Desde aquí hay una buena vista... — dijo el héroe, viendo por mi ventana.

— Creo que te debo una disculpa... — dije, finalmente — Me puse tu traje sin tu permiso... y por eso Screwball pudo grabar un video raro de ti, además... lo arruiné todo.

En ese momento, me levanté del suelo.

— Aunque era inevitable, no hice nada más que fallar... — continué — Sinceramente, no sabía como hacer las cosas bien...

— Verás, yo también tengo esos momentos... donde me confundo y me preocupo de más — me interrumpió mi héroe — Mientras más salvas vidas de los extraños, más haces infelices la vida de tus seres queridos...

Spider-Man │ FAKE REDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora