𝘿𝙊𝙒𝙊𝙊𝙑𝙀𝙍𝙎𝙀 | Han pasado 10 años desde la creación del proyecto U_98, proyecto que se creó con la finalidad de poder alargar la existencia de las personas que habían perdido la vida en desafortunadas situaciones o de manera natural a tempra...
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Corrió como nunca antes había corrido, yendo de aquí para allá en busca de alguna señal de su compañero. El pelinegro no estaba fuera del hogar de la mujer adivino, no estaba cerca de ahí, no estaba en el parque, no estaba en la feria, ni lo vio con la mirada en la recepción de los departamentos.
A nada de darle un ataque de pánico, se le dio por ir a la azotea del lugar, encontrándose con el cuerpo ahí parado, mirando la vista de la ciudad.
— ¿Jungwoo?... ¡Jungwoo!
El mencionado se volteó, conectando su mirada con la de Doyoung, quien no dejó pasar el tiempo y lo envolvió en un abrazo que, como pudo, correspondió aún sin entender lo que sucedía.
— ¿Estás bien? Puedo ver como todo tu cuerpo está acelerado.
Rió ante el comentario, calmándose un poco al escuchar la voz del chico.
— ¡Creí que te había ocurrido algo!
Jungwoo le miró en silencio, prestando atención a sus palabras y como movía sus labios en lo que hablaba. El mayor de los dos terminó por mostrar una pequeña sonrisa, misma que el androide intentó imitar, terminando por hacer una rara mueca con su rostro, haciéndole soltar una carcajada a Doyoung.
No entendió el motivo de su risa, por lo que mejor volvió a su posición inicial, esta vez sentándose en la banca que ahí se encontraba, el castaño se sentó a su lado, mirando la vista junto suyo. Hubo un rato de cómodo silencio, la repentina voz de Jungwoo captando su atención al instante.
— Dime, ¿cuál es el día exacto en el que estamos?
— Hoy es 15 de febrero, ¿por qué la pregunta?
— No, no, por nada. Gracias.
Le tomó de su mano, jugando con sus dedos para entretenerse un poco, pues aún no quería regresar al aburrido departamento. De no ser porque no puede sentir emociones, probablemente estaría molesto con Doyoung, pero no las sentía, entonces no guarda ninguna tristeza.
« 14 días restantes... »
❝당신은 나의 꿈이었고❞
El aire nocturno movía su cabello, sus pasos eran calmados, sus amigos le ofrecieron llevarlo a su casa, pero prefirió ir a pie. Contando sus pasos con su mente en blanco y sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón, escuchaba con atención los ruidos típicos de la ciudad.
De esos momentos en los que de la nada te pones incómodo, sabes que es por el presentimiento de qué algo va a pasar. Observó a su alrededor, notando las calles casi abandonadas de la gente que no había por ahí. Una silueta sospechosa y borrosa de ver, debido a la pobre luz que los postes emitían, se detuvo cuando le miró, sabiendo ahora que podía ser ese mal presentimiento.
Aceleró disimuladamente su andar, intentando parecer normal. Sin embargo, aún con el ruido de los autos y de más, pudo escuchar con claridad los pasos del desconocido. No tuvo de otra, comenzó a correr, volteando de vez en cuando para asegurarse de que ya no lo siguieran, pero la persona seguía ahí.
— ¡Espera, espera! ¡Se quién eres y necesito hablar contigo!
"Se quién eres...", mala elección de palabras. Resistió corriendo lo más que pudo, sintiendo un rápido alivio al saber que estaban cerca de las vías del tren. Arriesgado, pero mejor eso a posiblemente terminar en malas manos y de muy mala manera.
Pasó corriendo por las vías, sonriendo al ver como las advertencias de qué el tren estaba a segundos de pasar, detuvieron los pasos del desconocido. Ahora estaba más lejos de llegar a su hogar, pero al menos llegaría sin daño alguno.
❝당신은 나의 꿈이었고❞
La mirada de Jungwoo estaba fija en el reloj de la pared, hace algún tiempo que Doyoung dijo e iría a un lugar, y desde entonces no había regresado. Se asustó al escuchar el repentino sonido de la puerta siendo abierta, pero no pasó a mayores, pues ahora el mayor estaba nuevamente con él.
— Tardaste mucho tiempo.
Lo analizó (literalmente) de pies a cabeza, asegurándose de que no tuviera ninguna herida.
— Oh, me alegra mucho saber que estás bien.
Doyoung le sonrió, y por un momento quiso darle una muestra de afecta, pero no sabía cuál o cómo dársela. Levantó dudoso su brazo, dando unas pequeñas palmaditas en la cabeza contraria, obteniendo una pequeña risa como respuesta a su acto.
— Woo, soy yo, no una mascota.
— Ow, lo siento.
— No te preocupes. Anda, creo que sé lo que quisiste hacer, y es algo así.
Su puso algo tenso al sentir como Doyoung intentaba hacerle algo, no tenía idea de qué, pero le asustaba saberlo, y... ¡Ay!
Había pegado sus cuerpos, dejando de lado la distancia de antes, atrapándolo con un raro agarre. Imitó la acción hecha, sintiéndose repentinamente bien.
— ¿Qué estamos haciendo?
— Esto es un abrazo.
Incluso Doyoung se dio la comodidad de restregar su cara contra el pecho de Jungwoo, como si de un gato se tratara. En definitiva, Woo podría acostumbrarse a esta clase de muestras de afecto.
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