ຯ T1, C19 ⨾ En el último día [1/2] ✧ꓹ

71 10 1
                                    

Jungwoo miró su figura en el espejo con sus labios aparentemente abultados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jungwoo miró su figura en el espejo con sus labios aparentemente abultados. Lo había arruinado.

Desde que regresaron ese día del Skate Renta, Doyoung empezó a mantenerse un paso alejado de él. No literalmente, claro, pero sí se alejó de su lado. Parecía estarse comportando distante y podía sentirlo.
Todo se había puesto raro con esa salida.

A pesar de prácticamente estar a punto de morir, algunas cosas cambiaron, para su bien o mal. Ahora se sentía... Diferente.

Desde que su sistema detectó una serie extraña de comportamientos internos, algunas partes de su metálico ser fueron ablandándose. En verdad lo hicieron. Pudo manejar con ligereza las expresiones en su rostro, hacer algunos movimientos no tan bruscos con sus manos y pies. Y lo que más le intrigaba, era ese pequeño golpeteo que oía tan cerca suyo, tanto así que lo sentía... Desde adentro. No entendía para nada que era. Pero de alguna forma lo asustaba.

Había varias emociones que ya tenía registradas y, gracias a algunos ejemplos que buscó en internet, pudo recrear un par de escenas para explorar aunque fuera en lo mínimo aquellas de las que más se hablaban entre las personas. Cómo la felicidad, la tristeza, la ira, el miedo y el disgusto. Por supuesto que todas viniendo de él, esos parecían más intentos de retener emociones. O eso habría pensado la gente por la escasa claridad en sus expresiones faciales.

Por obvias razones no lograba explorarlas a total profundidad, pero al menos se daba una idea de lo básico que implicaba sentirlas. ¡Su exploración era maravillosa!

Sin embargo, sería mucho más maravilloso si pudiera remediar lo que fuera que dijo o hizo y molestó a Doyoung. Lo único que quería era estar bien con él, no podía, se negaba a seguir sintiendo que lo alejaba.

Aún si ahora debía fingir seguir siendo el mismo Jungwoo de los días iniciales. Temía, su mayor miedo en estos momentos era confesarle al mayor lo que sucedía consigo mismo, pero que él terminara echándolo por ello. Era un no. Contarle no era una opción válida. La desconfianza que alguna vez llegó a percibir de él se desvaneció en algún punto de sus días compartidos.

"Quizás... Quizás... Quizás él... Quizás él se cansó de mí". Fue lo mejor que pudo pensar y en parte lo entendía. Desde que llegó e irrumpió en el hogar de Doyoung, no había sido fácil para su mayor tenerme paciencia. Su rostro lo decía todo.

Por más que quisiese seguir aprendiendo un montón de cosas de Doyoung, era la hora de correr un gran riesgo. Prefería ser completamente sincero al respecto de sus cosas, para no terminar como el día que fueron con la adivina, que vivir unos días más con Doyoung sabiendo que le estaría mintiendo otra vez.

"De acuerdo, estoy listo. Listo para tirar veintiocho asombrosos días por la ventana".


❝당신은 나의 꿈이었고❞


Gritos, golpeteos, movimiento de cosas, vidrios rompiéndose, pasos fríos y fuertes. Hasta que finalmente el ruido excesivo fue cesando con el pasar de los minutos, que se volvieron días. Jungwoo no estaba seguro de salir algún día de ahí, después de todo, esas personas a las que no conocía podrían volver, y como dijo su padre, lastimarlo.

Intentó verificar varias veces que ya no había peligro asechando, pero su sistema de monitoreo no lograba traspasar la pared. Tuvo que esperar un buen tramo de tiempo hasta que algo le dijo y todo estaría bien. Ya no había ruidos, ni personas al rededor.

Salió y todo era un total desastre. Cosas por aquí y allá. Ignoró todo, pues lo primero que hizo fue salir al exterior. El ambiente seguía manteniéndose verde y fresco, como la última vez.

La última vez, cierto, ¿dónde se encontraba su padre? Oh, ya lo recuerda. Dijo que volvería pronto.

Lo esperó sentado en frente de la puerta de su desordenado hogar. El tiempo pasa rápido sin perdón alguno, pues en un abrir y cerrar de ojos bastantes semanas pasaron de su partida. No había ningún problema, él lo seguiría esperando justo ahí.

Justo ahí.

Al haber sido convertido en un androide días antes del alboroto, no tenía idea todavía de que era una máquina manipulable. Qué al igual que bastantes máquinas más, necesitaban energía, y para su mala suerte, la suya se agotó.

Sus ojos se cerraron mirando directamente a la puerta, su esperanza de que su padre entrara por ahí se apagó, al igual que todo su sistema.

Sus ojos se cerraron mirando directamente a la puerta, su esperanza de que su padre entrara por ahí se apagó, al igual que todo su sistema

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ꮺ I'LL TRY #。 DowooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora