Minho despertó a que estaban tocando su puerta así que bajó a abrir y fue su sorpresa al encontrar al rubio frente a ella.
—Jisung q- —por dios, siempre lo interrumpía.
El menor no dijo nada, solo se lanzó a abrazarlo para quedar una vez más como un koala.
—Te extrañé mucho Honnie—hundió su nariz en el cuello del castaño para aspirar su aroma, era un aroma varonil que siempre tranquilizaba a Jisung.
—Bebé, nos separamos hace tres horas—dijo acariciando la espalda del más pequeño y sentándose en el sofá así haciendo que el rubio quedara en su regazo.
—Quiero dormir con Honnie—dijo con un tono meloso.
Oh, oh. Minho sabía lo que eso significaba.
—¿Jisungie..?—habló con un poco de temor.
—Vamos a la habitación, Minhonnie—dijo con una sonrisa traviesa.
—Jisung, no. Sé lo que quieres y yo-
—Honnie... por favor—su voz se escuchó temblorosa.
—Está bien, iremos solo a DORMIR—recalcó el "dormir" y lo cargó nuevamente para recostarlo en la cama y arroparlo.
—Buenas noches mi Bebé—acarició su cabeza y repartió besitos por toda su cara a lo que recibió una risilla del rubio.
—Buenas noches Minnie—dicho esto los dos cayeron en un sueño profundo.
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—H-Honnie—trató de despertar al castaño y lo logró.
—¿Qué pasa Sungie?—preguntó adormilado
—E-es que tengo ganitas—dijo con un notable sonrojo
—Puedes ir al baño, esta es tu casa también—cabe recalcar que Minho estaba más dormido que despierto.
—De eso no, Minhonnie tonto—hizo una pausa a lo que recibió toda la atención del contrario—Q-Quiero hacerlo con Honnie.
—J-Jisung qu-
No pudo terminar la frase ya que tenía a un tierno y sonrojado rubio encima de él besándolo tímidamente.
Minho empezó a mover sus belfos y así iniciar un movimiento lento pero provocativo.
Jisung quiso quitar la camisa del castaño pero el mismo se lo impidió.
—¿Estás seguro? No quiero obligarte a nada ni que te arrepientas después—habló contemplando los hermosos ojos de su pequeño.
—Estoy seguro Minnie
Dicho eso volvieron a unir sus labios pero esta vez en un beso más atrevido. Minho se abrió paso en la boca del menor para introducir su lengua y así empezando una guerra de estas.
Minho comenzó a desvestir lentamente a Jisung por si este lo detenía, pero no fue así, lo que provocó que el rubio quedara solo en su ropa interior. Se separó un momento del rostro del menor para contemplar su cuerpo, su pecho y abdomen eran blanditos y su piel era tersa y delicada, eso combinado con el rostro sonrojado y tímido de su novio era el mismo cielo.
Jisung no se quedó atrás y también desvistió a su mayor así quedando los dos únicamente en ropa interior.
—Mi Sungie es tan perfecto. Eres... sumamente perfecto—besó los labios del mencionado y tomó uno de los pezones del menor para comenzar a jugar con ellos provocando gemidos del mismo. Segundos después de ello Minho retiró el bóxer del menor para introducir sus dedos.
—¿Estás listo Sungie?—preguntó con dos dedos en la entrada del menor, no le sería difícil ya que el antes mencionado había soltado lubricante natural.
El rubio asintió tembloroso, era la primera vez para ambos.
Sin decir más, Minho introdujo sus dedos lentamente para comenzarlos a mover de la misma manera.
Jisung solo soltaba pequeños jadeos y gemidos por la acción.
—Sungie—el nombrado lo miró y Minho sacó los dedos de la entrada rosadita de su novio—Voy a entrar, ¿Estás de acuerdo? Sabes que puedo detenerme si no te gusta—habló con una sonrisa.
—E-estoy seguro que si quiero Minnie.
Minho sacó de su cajón una bolsa de condones y Jisung lo miró con sorpresa.
—¿Qué? Sé cómo eres y por ello quise estar listo—sacó uno y se lo colocó, seguido de eso puso su miembro frente a la entrada del menor—Minhonnie va a entrar en Jisungie—sin decir más el castaño introdujo su miembro lentamente en la entrada del chico y esperó para que el menor se acostumbrara.
—Jisung está feliz de que Minhonnie sea con el que comparta este momento—dijo mientras movía sus caderas en señal de que estaba listo.
—Minhonnie también está feliz de tener su primera vez con el chico más adorable y hermoso de todo el mundo—besó su nariz para comenzar con las embestidas.
En la habitación solo se escuchaban sus pieles chocando junto con gemidos y jadeos. Solo eran ellos disfrutando su momento con la persona que más amaban.
Al paso de unos minutos los dos llegaron al tan deseado clímax y sonrieron con sus frentes sudadas para recostarse a descansar en las sábanas de la cómoda cama.
—Te amo tanto mi pequeño Jisung—habló el castaño acariciando la mejilla de su chico.
—Yo también te amo Minhonnie
Ambos sonrieron y cayeron dormidos disfrutando del calor del otro. Ellos se amaban y eso era lo único que importaba.
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Perdón, honestamente no quería hacer esto ya que quería mantener la historia llena de dulces y cosas rosas, pero es necesario para que se desarrolle.
