Todas las mañanas como de costumbre salgo de casa en busca de algo de pan recién horneado con el señor Harry, la suavidad y el sabor le han echo ganar popularidad y fama hasta personas de otras localidades también vienen a comprarle, y ahí iba yo apresurando el paso poco antes de llegar a la avenida levanté la mirada, en el trayecto que tome para llegar hacia el otro extremo note a todo el mundo atónito pequeños grupos de no más de 3 personas entre ellas hombres y mujeres tenían rostros de indignación y se escandalizavan leyendo el periódico, al parecer algun título llamativo en la portada tenía así a la sociedad mojigata y de doble moral
Reí y seguí mi camino.
Poco antes de llegar a la panadería del sr Harry vi a un hombre que por su comportamiento llamo mucho mi atención, este era muy desagradable maldecía al aire mientras leía el periódico parecía que lo que estaba leyendo le estaba causando su malestar, en fin le reste importancia a aquel desagradable sujeto y entre a la panadería, al fondo de está estaba el sr Harry con sus brazos fuertes amasaba masa como de costumbre me acerque para saludarle.
—buenos días sr Harry.El sr Harry a primeras horas de la mañana siempre está muy ocupado me vio y amablemente me devolvió la sonrisa entonces volví para coger el pan.
Al salir aquel hombre extraño aún estaba ahí haciendo añicos el periódico para después dejarlo a un lado de la basura, ignorar lo que estaba escrito en esa portada y que tenía a todos de mal humor me provocaba curiosidad, decidí acercarme lo arrugado y el mal estado me impedía leerlo con claridad aún así logré hacerlo.
Aquella noticia también provocó en mi un poco de indignación y hasta algo de miedo, casi corriendo volví a casa cubriendo mi rostro con mi abanico.
Al estar dentro azote la puerta muy fuerte, aventé el pan encima del comedor y las ganas de llorar me derrumbaron sobre un pequeño banco .
— malditos.
Exclamé furiosa.
A inicios de la cuarta década del siglo 16 durante el reinado de Enrique VIII entro en vigor una ley en contra de la sodomía, en las salas de la policía estaban dos hombres que seguramente daban gracias a dios por no haber nacido en época de Enrique VIII pues a este par se les acusaba de sodomía y en este preciso momento se les estaría dictando sentencia, pasarán algún tiempo en la cárcel tiempo que seguramente nunca olvidarán pues los tratos que reciben los reclusos que entran por ese motivo no gozan de los buenos modales de los oficiales pero eso no era lo que me tenía con la pena.
A pesar que los tiempos han cambiado un poco y que la persecución, malos tratos y señalamientos hacia todas las personas las cuales no se identifican como un heterosexual ha disminuido suavemente por lo menos ya no eran asesinados cruelmente, aún a si la perspectiva de la sociedad heterosexual no había cambiado y en mis noches de insomnio siempre me preguntó si algún día el hombre compartirá la mesa y beberá de la misma copa con un homosexual sin que esto genere conflicto en la mente de el mismo, y por más optimista que fuera no hallaba respuesta a corto plazo y solo recordaba a aquella mujer quien dijo " pasarán mil años y si ese tema que tanto revuelo causa en la mente de los hombres no se habla y se trata de entender jamás se vivirá en paz"
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Victoria.
Любовные романыMi nombre es victoria soy una mujer atrapada en una cárcel de la cual es imposible escapar, el amor de un hombre prohibido me libera.