Con pasos afligidos volví a la cocina en busca de más té deseaba que todavía permaneciera caliente para no volver a ponerlo al fuego.
Un par de días antes de hoy recordé a Elizabeth tenía muchas ganas de volver a ver a mi vieja amiga, imaginaba un picnic al aire libre platicando y riendo hasta que nos doliera el estómago pero jamás imaginé que sucediera de está forma, tan sorpresiva y sin tiempo para digerir siento empatía por ella no puedo evitar sentirme mal, mientras bebía me puse a tratar de hallar la manera para ayudarla y conseguir algo de dinero pues yo también no atravesaba por mis mejores tiempos en ocasiones llegué a contar las monedas y rasione los alimentos consecuencias de competencia de halla fuera.
Elizabeth dejo a un lado el ahogado llanto de hace un momento para cambiarlo por un lloriqueo que apenas y le permitía hablar con claridad, ella se levantó, se inco frente a mi y dijo.
— te imploro, ayudame te prometo que haré lo que tú quieras, eres mi única familia, Víctoria.
En su mirada pude ver su desesperación y miedo por lo que sucedería con ella de ahora en adelante. Puse mis manos a los costado de su cara y le dije que se pusiera de pie, que no era necesario que se arrodillara frente a mi pues jamás la dejaría sola, la tomé de la mano y le dije que me acompañará a la cocina.
Cogí dos platos y serví un poco de sopa, le di una de las dos piezas de pan que habían quedado y le ordene que comiera.
Ella apenas y mostraba un minúsculo interés en comer, entonces pregunté.
— ¿ Que pasa ? , Vamos come.
— Victoria toda la vida estaré muy agradecida contigo por todo lo que estás haciendo, pero me siento muy avergonzada contigo, estoy comiendo en tu mesa si bien se que no podré ayudarte. Respondió titubeante.
Tranquila ya hallaremos la manera ahora come todo lo que puedas.
Comíamos tranquilamente cuando Elizabeth recordó algo que hizo olvidar su sentir por un momento.
— Víctoria tengo que contarte algo, sucedió después que te fuiste del burdel.
Para ser sincera hace algún tiempo que abandone el burdel, de aquel lugar tan desagradable no quería recordar nada y se lo hice saber a Elizabeth. Pero ella insistió muy optimista.
— un día un hombre muy bien vestido entro al burdel, consigo traía un juego de flores pregunto por ti, dijo vengo en busca de la señorita Víctoria. Tu ya no estabas y fui yo quien se lo hizo saber, el no dijo nada y solo partió .
Me pareció muy extraño lo que Elizabeth me había contado es verdad que he estado con muchos hombres pero me es difícil creer que alguien se tome esa molestia o peor aún, se halla enamorado de mi, solo reí sarcásticamente como mi respuesta.
—¿ tenías a alguien a alguien detrás de ti ?y no me contaste nunca.
Pregunto Elizabeth.
No es ese el caso, además no se de quien estás hablando que por su descripción parece ser algún aristócrata y en vida me he encontrado con alguien así, he escuchado cosas muy feas de ese tipo de hombres, y muy feas para ser más exacta. Sabes he estado pensando sobre como puedas encontrar un empleo para ti,
La familia de sr Harry es muy grande y siempre busca a alguien que cociera la ropa rota de el, sus hijos o empleados mañana por la mañana vendrás conmigo y le preguntaremos si aún necesita una costurera.
— Víctoria pero, yo no sé cocer jamás lo he hecho.
—Es verdad lo se, tendrás que poner mucho de tu parte y esmerarte por aprender lo más rápido posible, yo seré quien te enseñe.
— muchas gracias amiga, claro que sí mis ganas de salir adelante verás reflejadas en casa puntada.
Por lo menos y hasta ahora no parece haber problemas con la actitud de Elizabeth se le ve convencida de tener a su hijo o hija y eso es bueno.
El día había transcurrido muy rápido era muy tarde y pronto llegaría la noche decidí sacar mi vieja máquina de cocer y comenzar lo más pronto con las clases de Elizabeth, le expliqué hasta los más minúsculos detalles sobre la confección desde hilos hasta cómo cocer un simple botón la pasamos las horas muy entendidas, contenta hasta el anochecer contenta porque el interés era mutuo. Debía de enseñar muy bien a Elizabeth puesto que sr Harry no era muy exigente en ese tipo de cosas si lo era su esposa quien era muy minuciosa y en caso de conseguir el empleo deberíamos de tener cuidado y mostrar muy buenas puntadas.
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Victoria.
RomanceMi nombre es victoria soy una mujer atrapada en una cárcel de la cual es imposible escapar, el amor de un hombre prohibido me libera.