Me Perteneces

Destrozado

||•Tom•||

La batalla se llevaba a cabo y cuando tuve que correr por qué mi hermana perdió el control de sí. Y cuando los CEMEX fueron destruidos solo reinaba el silencio.

— ¿Qué pasó? Ya se acabó todo — pregunta mi padre mirando a todos lados.

— eso parece tenemos que ver si Diana está bien— digo corriendo a él lugar donde veo a mi hermana inconsciente y un Ian muerto. Corrimos hacia Diana y nos dimos cuenta de que tanto Diana como Ian estaban respirando y de ellos una luz salió dorada como el mismo sol y una marca de infinito se marcó en su piel.

Así que cargando a mi hermana y Ian partimos a toda velocidad hacia la manada tenía una impresión en el pecho y cuando menos pensé ya me estaba quedando sin conciencia.

— Esto debe ser una maldita broma ¿Cómo que la mate de mi hijo desapareció? — grita lucifer furioso cuando encuentra a esos guerreros muertos y unos guardias informan de la desaparición de Anastasia.

— Esto no puede estar pasando, mi niño— murmura con vos quebrada.

— Y no podemos ocultarlo por mucho tiempo, cuando salga de esa crisis se le tiene que contar lo que está pasando— murmura agarrando la mano de su esposa que está angustiada por su sobrino.

— Un guerrero dice que fue perseguida por un grupo de CEMEX y que no pudieron hacer nada por ella— murmura con una voz calmada para infundir le animo a su hijo.

— No padre— grita destrozado— ella no pudo desaparecer de esa manera.

— Hijo cálmate que desesperarte no ayuda en nada. Tenemos que saber que ella está herida pero viva así que hay que buscarla.

— Que no me desespere padre es mi mujer y por mi maldito descuido la perdí la perdí maldición— grita agarrándose de   él cabello.

— Cálmate corazón estoy segura de que ella está bien. Por favor cálmate no quiero que pierdas el control tu hermana está en el hospital y no soportaría que tú también termines herido.

— Pero porque no la sentí por qué pasó esto no es justo la encontré en poco tiempo la perdí dos veces.

— La encontraremos escucho que dice mi tío Lio, pero no tenía fuerza necesitaba alejarme muy rápido si no mi lobo iba a explotar.

— La necesito, maldición siento que me muero si ella, tenemos que encontrarla — murmura destrozado.

— La encontraremos te lo prometo Rex ella nos pertenece y nunca la dejaremos ir así tengamos que ir al infierno — murmuro viendo un árbol seco pero que no le falta nada en volver a mudar con hojas nuevas.

Te lo juro Anastasia, que te voy a encontrar pase lo que pase volverás a mi amor.

[Una semana después en el hospital de la manada]

Es tan difícil no extrañarte

— Deberías estar descansando— digo besando la frente de Diana.

—lo mismo te digo a ti Tomás. Tienes que descansar no te hace bien no dormir, ni comer. No tendrás fuera suficiente para seguir buscando a Ana— suspira con incomodidad.

— Que relación tuviste con ella— pregunto seriamente mientras lo miro si no me sacó la espina que tengo en el corazón no voy a estar en paz.

—Suspira mientras ve a Diana— no te voy a mentir...Ana y yo tuvimos una relación durante años. Fueron tanto en los que no encontré a mi pareja que decidí que me casaría con ella y llegué a quererla que estaba dispuesto a dejar a mi mate si la encontraba por ella. Pero con Diana todo eso se borró y quedó sólo un gran cariño el que le tuve la primera vez que la conocí antes de amarla. Y ahora sé que eres su mate me alegra mucho porque se merece alguien a su lado sufrió tanto que ahora que estaba con Diana pensé que sería peor para ella yo siempre fui su refugio.

— Entonces fuiste su refugio— pregunto mordiendo mi lengua.

— Si ella ha sufrido tanto Tom que no tienes idea ella siempre me tuvo solo a mí y ahora a ti, pero no te diré a ti más sobre su vida ella te la tiene que contar cuando aparezca y no te preocupes sé que aparecerá y te contactara todo.

Después de esa charla, salí a buscarla sentía una opresión en el pecho sabía que me necesitaba y maldigo a Dominó y sus maldito CEMEX bastardos.

[Cinco meses después en la mansión]

— Tom cariño — la voz de su madre se escucha feliz y preocupada.

— Madre— es lo único que se escucha a través de la habitación

— Diana despertó — murmura con vos suave.

— ¿Despertó? — pregunta abriendo rápidamente la puerta dejando ver su bárbara grande que cubría su rostro y sus ojos cansados de no dormir verlo así así que el corazón de Luna se oprimiera sabía que era obra de su madre una que había sido encerrada en los confines de él infinito tiempo una prisión para seres demasiado malvados como lo era ella. Le dolía ella había amado a su madre, pero ella con el tiempo había dejado de ser ella.

—Si mi vida, ya despertó, pero primero date un buen baño y a rasurarse. Algo me dice que hoy todo va a mejorar mi amor ya lo verás — murmura abrazándolo dándole de su calor maternal ella lo amaba el siempre sería su bebé desde la primera vez que sus ojos se cruzaron sintió que un amor de madre crecía dentro de ella gracias a él.

[ En el hospital en el cuarto de Diana]

Estaba feliz porque mi hermana había despertado y estaba bien el la abrazo con mucha fuerza mientras mi mamá le explicó todo el significado de él tatuaje y de que Ian era real ya que no lo creía estaba un poco atontada, pero se fue recuperado de todo.

Cuando Ian se fue, la vi por un rato en lo que pasamos abrazados ella no necesitaba de escuchar mis problemas así que traté de ignorar todo, pero sabía que mi lobo Rex no lo veía así y por más que le Rouge tuvo que hablar con nuestra hermana.

Pero lo bueno fue que no tuve que parar la ella nos pidió calma en lo que Diana se mejoraba.

Pero esto era un infierno, no podía más de verdad que no resistía está soledad está destrozado, derrotado por no tener a Ana en mis brazos, pero de algo estaba seguro de que cuando la encontrará no la dejaría escapar nunca ella es mía ella me pertenece y cuando la encuentre ella no despegará de mi lado nunca.